Y así fue, pude decirle lo que me hacía sentir y no me arrepiento de nada, he decidido apostar por él y por su amor. Los días fueron transcurriendo, no veía la hora de poder verlo y que nuestras miradas se conectaran. Moria de ganas de sentir su aroma, caminar a su lado y observar cada detalle de él...
Un día le comenté que estaba en un centro comercial con mis amigas y dio la casualidad que estaba cerca a su casa. Me dijo para vernos solo un rato, la verdad yo no sabía que responder. Mi corazón se aceleró y solo le dije: - sí, quiero verte, ven rápido-. A la vez me sentía insegura porque no sabia si le iba a gustar, no me sentía tan cómoda por lo que llevaba puesto. Después me llamo y me dijo que estaba en la entrada, fui al lugar donde se encontraba pero en todo ese lapso estaba nerviosa. Mi corazón empezó a latir rápido, mis manos sudaban y estaba hablando sola. Llegué donde el estaba y no lo veía, hasta que miro a otro lugar y veo a un chico aproximándose. En ese instante muchas cosas pasaban por mi cabeza, este chico era realmente hermoso. El me saludo y me abrazó, me quede helada pero me sentí protegida, solo me reí de la emoción. Empecé a hablar rápido y a decir cosas extrañas, él solo se reía y me decía cosas tiernas. Me sujetó la mano y me llevo fuera del centro comercial, me llevo a un parque muy lindo cerca de ahí. Me pregunto en que lugar me quería sentar y yo decidí una banca que estaba al lado de un árbol, empezamos a conversar. Mi mundo se tornó de gris a colores, no podía dejar de mirarlo, era una sensación increíble.