Noches Eternas

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Sus palabras quedaron en el olvido, sus pensamientos llegaron al vacío.

Sus lágrimas, parecidas a aquel único oasis nocturno en la fantasía de su memoria, desbordaban de sus ojos.

Sus ojos, junto al brillo y las aguas de aquel oasis, danzaban y controlaban maniobras de total misterio.

Ella era víctima de el brillo punzante de la luna, que golpeaba suavemente su hermoso rostro y que junto a la brisa le haría recordar que no estaba sola, sino con aquella persona que también le hablaba a las estrellas en aquella noche eterna.


- Chaly

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