Había cierto sentimiento sobre las fiestas que no podía describir pero que sabía que no le agradaba en lo absoluto, era pesado y hacía que se sintiera molesto toda la temporada, no era de sus celebraciones favoritas y era un completo calvario desde Acción de Gracias. No recordaba la última Navidad que había pasado en familia o sonriendo de verdad, había evitado a toda costa ese sentimiento, luego de que su madre falleciera, muchas cosas dejaron de tener sentido para él.
Creció, dejó atrás el pueblo que había sido tan cruel con él y al que ahora estaba volviendo, se sentía feliz de que su padre volviese a encontrar el amor después de todos esos años de amargura, jamás pensó que se casaría nuevamente pero la realidad pudo más que sus expectativas. Su padre no pudo encontrar una fecha más ridícula para una boda que la época de Navidad, sabía cuánto la odiaba pero al parecer era una fecha importante para su prometido Peter, así que haría todo por mantener a ambos felices, no quería arruinar la boda de su papá.
— ¡Amigo, vamos! — dijo un frustrado latino al volante — Cambia ese maldito rostro, se supone que estás feliz por Noah.
— Estoy nervioso, Scotty.
— Has evitado el pueblo por mucho tiempo, Stiles, has evitado muchas cosas por mucho tiempo.
— Tienes, razón.
— Oh, ¿qué dijiste? — dijo el latino sarcástico — ¿Acaso tú...
— Cierra la boca, tonto, no voy a darte la razón nuevamente — respondió riendo.
— Stiles, eres mi hermano, eres exitoso, inteligente y te quiero pero por ahora, deja de ser un completo idiota y sonríe para tu papá.
— ¿Así? — respondió el menor fingiendo una sonrisa.
— Mucho mejor — sonrió el latino.
— Eres un completo idiota — devolvió el castaño para hacer carcajear a su mejor amigo.
Jamás admitiría en voz alta que Scott McCall tenía razón, se había perdido muchos momentos especiales en la carrera de su padre como el sheriff por su simple miedo de no querer volver al pueblo, las últimas cinco Navidades las había pasado solo en su departamento de Nueva York porque Scott siempre regresaba a casa con sus padres para las fiestas. Por ninguna razón en el mundo ataría a su amigo a permanecer con él por siempre, Scott era un excelente veterinario, a punto de obtener un doctorado y ansiaba tener una familia, él era un agente respetado en su trabajo pero con un permanente sentimiento de inconformidad.
No recordaba el pueblo de Beacon Hills tan colorido como en la actualidad, la última vez que pisó las frías baldosas de la calzada de su casa creyó haber pensado jamás haber visto un gris tan deprimente como el del cielo aquella mañana, el invierno jamás se había sentido tan cálido. Todos los edificios brillaban de una forma cegadora pero no amenazante, era atrapante, todo el pueblo lucía como un caleidoscopio lleno de colores, según Scott todo era diferente desde que la madre de Lydia Martin había asumido la alcaldía, cuando la camioneta de Scott pasó por la que solía ser su escuela, muchos recuerdos volvieron a su cabeza, escapar de clases y obtener un castigo, el equipo de lacrosse y su primer beso con Jackson Whittemore bajo el palco.
— ¡Santo cielo!, pero mírate —dijo una entusiasmada Melissa al ver a un maduro Stiles Stilinski apresurandose a abrazarla.
— Vaya, mamá, el sentimiento es mutuo — se quejó Scott.
— Ven aquí cielo — dijo la mujer para abrazar a su hijo — ¿Así que tu padre tiene que casarse para que pudieras regresar al pueblo? — recriminó levemente Melissa.
— Es un milagro de Navidad — respondió Stiles sarcástico.
— Muy bien, gracias por la comida, bebé — dijo Melissa señalando la comida que le entregó su hijo al llegar al hospital — Te veré en casa.
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Time To Come Home For The Holidays
FanfictionLa semana previa a las fiestas jamás había sido tan caótica, sentir miedo sobre volver al pueblo en que creciste, viejos recuerdos y viejos temores. ¿Podrás encontrar el amor antes de Año Nuevo?