Time To Come Home For The Holidays

Cap.6: Mensaje En Una Botella

A Scott lo ponía muy nervioso lo que llegara a pasar ese día, no había estado el suficiente tiempo a solas con Isaac en su estadía en Beacon Hills para considerar hacer una estupidez así que la cita de ese día lo ponía nervioso, no siquiera sabía porque la seguía llamando cita. El exquisito aroma a comida lo había despertado, si había algo que amaba cada que volvía a Beacon Hills era la cantidad de comida que su madre preparaba, no solo por sus invitados, sino para él también, amaba cocinar con sus amigos pero la comida de su madre iba por encima de todo.

Soltó una pequeña maldición cuando lo primero que encontró en la cocina de Melissa fue la enorme y varonil espalda londinense de Isaac Lahey, con sus rizos rubios perfectamente peinados y vistiendo uno de los costosos cardigans que tanto le gustaban. Cuando Isaac dio la vuelta para saludar a Scott este soltó otra maldición, este solamente llevaba pantalones de pijama lo cual era cuestionable ya que no nevaba en Beacon Hills pero el frío era un hijo de perra (palabras de Cora), para Isaac era una increíble vista, Scott tenía unos cuantos tatuajes más desde que lo recordaba y había hecho más ejercicio.

— Scott, ponte algo encima, vas a resfriarte — dijo su madre apareciendo a sus espaldas.

— Eres un exhibicionista, hermanito — dijo Allison a la par de Melissa.

— Por favor cállate — dijo Scott a Allison — Mamá, ¿que hace él aquí?, pensé que lo odiaban — susurró Scott.

— Sabe que aun puedo oírlo, ¿no es así? — dijo Isaac a Allison.

— No es el más brillante — respondió la mujer.

— Simplemente apareció y Chris y tu padre casi lo matan, tuve que defender defenderlo y mandarlos a trabajar en lo que sea, además sabes que no puedo resistirme a un hombre que cocina.

— Scott tampoco — dijeron Isaac y Allison al unisono.

— Si, como sea — masculló Scott.

— Me voy al trabajo — dijo Melissa — Isaac creo que Scott y tú deberían hablar, gracias por los tamales, estuvieron fantásticos.

— Gracias Melissa — sonrió el rubio sincero.

— También me voy, por favor usen protección — dijo Allison — Adiós Isaac.

— Adiós Allison — río el rubio.

— ¿Ahora cocinas para mi familia?, ¿le traes tamales a mi madre? — dijo Scott tomando asiento en uno de los taburetes de la isla.

— Les pedí perdón, a todos ellos, les expliqué lo que sucedía en ese entonces, cosa que haré contigo luego pero por ahora, preparé tus favoritos — dijo Isaac pasándole a Scott un plato con una torre de pancakes — Chocolate, frutas, jugo de naranja, sigues teniendo el horrible hábito de levantarte tarde, son las ocho treinta.

— Estoy de vacaciones, puedo levantarme al mediodía si así lo deseo — dijo Scott levemente molesto pero su expresión cuando probó el primer bocado de comida — Está excelente.

— Lo sé — alardeó el rubio — Oye, Scott, creo que de verdad deberías ponerte algo encima.

— ¿Por qué?, ¿me dará un resfriado?

— Me estás desconcentrando — respondió el rubio con su vista en los abdominales del latino.

— Ahora vuelvo — soltó Scott nervioso — Me daré una ducha.

— Puedo...

— Y no puedes acompañarme — dijo rápidamente antes que Isaac insinuara lo que creía.

Luego de la ducha de Scott, este siguió desayunado en un silencio un poco incómodo, sabía que Isaac tenía algo que decir pero probablemente no iniciaba la conversación porque tal vez para él era más importante que Scott se desahogara primero, el rubio sabía que su ex prometido tenía muchas cosas que decir y ninguna era buena. Scott quería guerra de algún modo pero al mismo tiempo estaba cansado de seguir evitándolo, dejaría que hablara, que explicara su punto y luego pensaría en sí lo perdonaría, sabía que no sería fácil seguir adelante después de eso pero lo intentaría.