[[10 𝚅𝙸𝚂𝚃𝙰𝚉𝙾𝚂 𝐴𝐿 𝘾𝙄𝙀𝙇𝙊]]_ 𝘡𝘰𝘴𝘢𝘯- 𝘔𝘦𝘪_𝘋𝘦𝘪

-𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘰𝘴 𝘴𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢𝘯-

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Un sueño es más que un simple deseo, es un recordatorio, una motivación, una razón de vida.

Desde que tenia memoria, sus sueños no habían terminado más haya que en una representación de su penar, aquello que tanto recordaba a sus adentros la razón de su sufrir, la causa de los dolores físicos y mentales que aún lo atrapaban... todo carecía de sentido hasta toparse al hombre que cambiaría su vida.

El lo había salvado.

El rudo hombre de helechos cabellos era envuelto por el salado calor marítimo, la morena piel brillaba bajo el sol, escurría en un carmín tan brillante que de no ser grave llegaría a hacer buen juego con la chocolate masa dermatica críticamente lastimada.
Sus jadeos adoloridos musitaban junto al aire, la brisa de las olas y el silencio inmoderado de los mil presentes inmersos en suspenso... incluso el rubio de peculiares cejas jugueteaba con los delgados falanges que lo adornaban, callando el dolor con el cual su mente insistía en frenar la presión de sus dientes casi arrancando una buena parte de su labio inferior, vaya tensión y por mucho no era el único.

El tan famoso cazador de piratas, Roronoa Zoro, era más que un simple espadachín; por bocas ajenas ya había escuchado maravillas de su persona desde distintos puntos presentados en su labor y solo era un simple "Mesero" de un famoso restaurante marítimo a la deriva del mar, aún así, cuantas cosas tenía por escuchar... imaginaba como sería estar en boca de tantas personas aunque la vista del peliverde arriesgando su vida con un motivo para el tan simple como el honor, no le brindaba duda, entendía las razones del respeto y temor tan grande que existía al tres espadas por parte de la multitud.

¿Cómo podrías arriesgar así la vida solo por un sueño?, ¿cómo alguien aceptaría asi a la muerte con tan solo ser marcado bajo el sofocante filo de una espada?...

Tan solo aquello brindo calor al pecho del cocinero, emociono en mayoría cada parte de su ser y podría jurar que de no ser un reten humano de emociones sus ojos habrían brillado más que cualquiera de las mejores estrellas existentes en el firmamento, adornaria su blanco rostro con los estelares colores del manto galáctico cual lienzo empapado en trillones de tonos espaciales infinitos; la determinación de un hombre era la motivación de otro.

-¡ZORO!- la voz semi-aguda del delgado hombre elástico terminó por romper el silencio, actuar sobre el momento y en preocupación llamar a cada uno de los perdidos por sus pensamientos a visualizar la realidad; el cuerpo herido de un soñador determinado derrumbándose en su lugar, cediendo a la pérdida rojiza en sus venas antes de concluir la corta pelea descarada frente al Baratie.

Tan rápido como la figura débil fue perdida a la vista entre las ágiles olas brutas del mar los presentes no tardaron en accionar a contra de la situación, lanzandose dos de los acompañantes del sombrero de paja en busca de su "amigo zoro" mientras el antes mencionado dejaba salir desconforme al ojos de águila ganador en la confrontación.
Eran un grupo tan interesante, ¿debería decir peculiar?... ya no lo sabía, aunque por medias miradas en reojo la vista del anciano propietario del restaurante llegó a ser notada por el fumador; entendía claramente la señal en los viejos y cansados orbes que lo sentenciaban.

Mirar a lo alto... observar el segundo azul infinito, no exactamente él que buscaba...
Quien luchaba por su sueño conseguiría una familia, una alternativa, una razón para vivir;
Podría tener un grupo, un apoyo y un impulso, dicho que todo aquel existente debería saber y tener.

Había visto todo lo que necesitaba para comprender el inicio de sus más grandes anhelos, el lo había motivado lo suficiente y aunque tuviese que embarcarse sin rumbo fijo el resto de su vida ya había dado el primer paso, el primero de todos...

El primer vistazo al cielo.