Capítulo 3

180 14 3
                                    

….

Sanji quedó sorprendido ante la acción del peliverde, no podía creer que de verdad lo estaba besando, y lo peor era que le estaba gustando el beso…. A pesar del olor a sake que tenía Zoro, no podía negar que le provocaba cosas tenerlo así, pero no quería aprovecharse de la situación, eso si, se las iba a pagar…
Se separó de Zoro y se fue a cocinar dejando dormido al musgo. Más adelante llegó el resto de la tripulación a desayunar y Sanji tenía todo listo, pero faltaba alguien en la cocina, alguien que evidentemente seguía dormido
- ¿Dónde está Zoro? – preguntó extrañada Nami
- Ohh, Nami-Swan siempre preocupada por todos, eres un ángel – Dijo el rubio poniendo su ya conocida cara de corazones antes Nami, pero también para aparentar que nada de lo que habían hecho él y Zoro antes pasó
- Si si Sanji, gracias, pero busca a Zoro por favor, no puede estar sin comer después de vigilar toda la noche
- Si, mi hermosa Nami – Aceptó de mala gana, nada más porque se lo había pedido su hermosa navegante
Llegó al lugar donde había dejado dormido a Zoro, y ahí estaba, con el pecho descubierto, el pelo desarreglado y con una cara angelical que sorprendió al rubio, no podía creer lo hermoso que podía verse un hombre
Ante tal imágen dudo si debería despertarlo, pero Nami tenía razón, debía comer, así que se dispuso a despertarlo moviéndolo un poco, Zoro empezaba a despertarse de a poco pero con un horrible dolor de cabeza y mucho sueño
- Despierta Marimo, ya está el desayuno
- …….
- Ma-ri-moooo
- Yo….
- ¿Eh? ¿Tú que?
- Yo tengo mí desayuno justo aquí…. – Y procedió a agarrarlo, besándolo de nuevo, Sanji estaba en shock, no entendía que le pasaba al cabeza de musgo, se separó como pudo de él, pero lo que tuvo que aguantarse para que nadie de la tripulación los vea no es normal
Despertó como pudo al espadachín con un poco de agua que había por ahí y este volvió en sí, sin entender lo que había pasado

Los dos fueron a desayunar y Zoro se empezó a acordar de lo que había hecho en dos ocasiones, lo que provocó que se ponga rojo y casi se ahogue con la comida, cosa que hizo reír a los demás que no entendían el por qué actuaba así, el simplemente culpó al alcohol pero había alguien que sabía todo, y ese era Sanji que lo miraba fijamente.
Al pasar el rato, el cocinero empezó a lavar los platos que habían dejado los tripulantes, estaba concentrado en sus cosas cuando de repente siente que alguien aclara su garganta y lo llama
- Ejem, cocinero ¿Podemos hablar? – Dijo medio nervioso el peliverde
- ¿Qué quieres? – Dijo Sanji sin dejar de lavar los platos ni dándole la cara
- Mira, lo que pasó fue raro y te pido perdón si te hice sentir incómodo…. Aunque la verdad no me desagrado – Dijo volteando la cara para otro lado evidentemente sonrojado
- Marimo… - Sanji estaba sorprendido, nunca había visto al gran Roronoa Zoro de esa forma tan avergonzada con él – Sabés que me gustan las mujeres y eso no va a cambiar – Dejó de lavar y prendió un cigarro mientras Zoro esperaba que siga su respuesta – Pero debo decir…. Que tampoco me desagradó

Sanji no entendía por qué actuaba así con ese fastidioso espadachín si antes lo odiaba, pero desde que el capitán le contó lo que hizo Zoro, trató de no estar tan a la defensiva, y quiso entender quién era de verdad el musgo
Esta faceta de él era algo que no había podido ver por tantas peleas, era un Zoro que ante unas palabras del cocinero cambio totalmente la expresión
Esa tarde después de que el rubio terminara sus labores decidieron quedarse en una esquina del barco apreciando la vista y hablando de muchas cosas, riéndose, burlándose, peleándose, siendo ellos mismos, pero ahora con algo menos de odio… Principalmente por parte de Sanji que estaba viendo con otros ojos a Zoro, y entendía el por qué Luffy lo quería tanto, era bastante simpático y divertido fuera de las peleas.
Zoro también supo lo que pasó en Whole Cake y todo lo que le enseño Zeff, entendió el comportamiento de Sanji con las mujeres y demás

Una conexión entre ambos empezó a surgir…
Sanji volvió a la cocina después de tanta charla para preparar el almuerzo. Todos llegaron cuando el los llamó y se sentaron felices a comer, principalmente Luffy que venía con mucha hambre (Cómo siempre).

Zoro le dedicó una sonrisa cálida pero… Pícara a la vez, era una sonrisa de lado que hizo ruborizar al rubio, lo cual cubrió con una mano llevándose un cigarro a la boca

Mí Azul Infinito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora