vii. I hate Snape

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El profesor Dumbledore mandó que los estudiantes de Gryffindor volvieran al Gran Comedor, donde se les unieron, diez minutos después, los de Ravenclaw,
Hufflepuff y Slytherin. Todos parecían confusos.

- Los demás profesores y yo tenemos que llevar a cabo un rastreo por todo el
castillo -explicó el profesor Dumbledore, mientras McGonagall y Flitwick cerraban las puertas del Gran Comedor-. Me temo que, por vuestra propia seguridad,
tendréis que pasar aquí la noche. Quiero que los prefectos monten guardia en las puertas del Gran Comedor y dejo de encargados a los dos delegados. Comunicarme
cualquier novedad -añadió, dirigiéndose a Percy, que se sentía inmensamente orgulloso-. Avisadme por medio de algún fantasma. -El profesor Dumbledore se detuvo antes de salir del Gran Comedor y añadió-: Bueno, necesitaréis...

Con un movimiento de la varita, envió volando las largas mesas hacia las paredes del Gran Comedor. Con otro movimiento, el suelo quedó cubierto con cientos de mullidos sacos de dormir rojos.

- Felices sueños -dijo el profesor Dumbledore, cerrando la puerta.

El Gran Comedor empezó a bullir de excitación. Los de Gryffindor contaban al resto del colegio lo que acababa de suceder.

- ¡Todos a los sacos! -gritó Percy-. ¡Ahora mismo, se acabó la charla! ¡Apagaré las luces dentro de diez minutos!

-¿Creés que aún se encuentre en el castillo? -susurró Michelle con preocupación.

- probablemente o tal vez ya está en el bosque prohibido -dijo Camille.

- ¡Camille! - la voz de Oliver Wood se alzó sobre todas, llegó corriendo a lado de ellas.

- Vengan, hoy dormirán a mi lado, no puedo dejarlas en cualquier lado con Black suelto.

- Oli, a Black no le importaría siquiera nuestra respiración, y si así fuera te mataría de todas maneras.

A pesar de lo que dijo Camille ambas niñas siguieron a Oliver hasta llegar a lado de unos estudiantes de séptimo y sexto año.

- Es una suerte que haya elegido esta noche, ¿os dais cuenta? - dijo una chica de Hufflepuff, mientras se metían en los sacos de dormir y se apoyaban en el codo para hablar.

Otra chica de tez negra con suéter de Quiddicht asintió: - La única noche que no estábamos en la torre...

- Pobre, Potter. Justamente hoy, Black decidió atacar. - está vez fue un Ravenclaw, castaño, y de lentes. - Todo el banquete estubo con mala cara. Pareciera que iba a vomitar.

- Yo lo haría, imagínate ver a toda la gente feliz mientras tu recuerdas que ese día mataron a tus padres. En primero no se veía así, pero tal vez con Black suelto volvieron los malos recuerdos.

- Probablemente no se acuerde, pero si es feo el sentimiento.

- Es solo un niño y ha vivido tanta mierda toda su vida. Yo ya me habría matado, no podría. - dijo de nuevo la Hufflepuff.

- Beth, no digas eso. - reprendió uno de su casa.

- Es la verdad, Cedric -

- Dejen de hablar de Harry, el pobre niño ya tiene suficiente con que todos lo señalen todos los días, como para que ahora sea el triple.

Era verdad.

A pesar de que Potter se encontraba en su saco de dormir a unos seis metros de ellos más de la mitas lo veían mientras susurraban.

- ¡CALLAOS! ¡PAGARÉ LAS LUCES AHORA! - gritó, Percy y de inmediato cada vela del gran comedor se apagó, dejando solo las estrellas en el techo encantado y el brillo plateado de los fantasmas cómo única luz.

MICHELLE ━━━━ hp seriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora