Estaba en medio de clases y me entraron ganas de ir al baño recuerdo que estando ya dentro alguien comenzó a llamar a la puerta le dije que estaba ocupado pero ,siguió insistiendo como si fuera el único baño que había en todo el colegio le dije que esperara o que buscara otro pero lo único que decía era "Que le abriese la puerta" cada vez que le decía que "No y que se fuera" daba golpes más fuertes y ya casi gritando me pedía "Que porfavor le abriera la puerta" lo recuerdo bien, porque aquellos gritos no eran de alguien que tenía prisa por ir al baño eran de alguien que estaba muy asustado, y con sus gritos, logró asustarme a mí. Me quedé todo el tiempo que pude encerrado hasta que vinieron a buscarme creyeron que estaba tratando de esconderme para así poder saltarme las clases. Así que me castigaron toda la semana sin poder salir a jugar, me dijeron "Que si me veían con alguien mientras estaba castigado lo alargarán aún más".
El siguiente gran encuentro que tuve pasó unos meses después durante una barbacoa familiar este lo recuerdo como una pesadilla mi padre, me pidió que fuera a buscar las cerillas al cobertizo, el cuál era apenas un poco más grande que un armario, tan pronto como entre las puertas se cerraron y comenzaron los golpes frenéticos al otro lado. Suplicando que le dejara entrar, la voz era diferente a la primera parecía una persona mucho más mayor y por la forma de los golpes y los gritos más cabreada en segundos pasó de pedir por favor que le dejase entrar a jurar que me arrancaría los dientes si no lo hacia me quede congelado y en silencio esperando que alguien en el jardín escuchara los golpes o los gritos. En eso me pregunté "¿Cuántos golpes más podría aguantar la puerta?" y "¿Qué pasaría si termina abriéndose a golpes?". Mientras pensaba en esto la puerta se abrió, pero fue mi padre quien entró preguntándome por qué tardaba tanto. Cómo sabía que no me creería mentí diciendo que me había quedado encerrado, todo con tal de no tener que explicar que supuestamente escuchó voces que nadie más puede escuchar.
Cada pocos meses sucedía algo similar voces, a veces adultas o más cabreadas o más amenazantes, con el tiempo acabé acostumbrándome a esto. Ya que pese al miedo que sentía no podían entrar si no abrían la puerta, por más golpes que dieran. Cada una de esas voces parecían tener una estrategia distinta para intentar que abriera la puerta el más inquietante es el que no da golpes, ni grita, solo se limita a pasar hojas en blanco por debajo de la puerta solo eso. A veces cambia el color de las hojas, pero nunca escribe nada.
Más de 20 años después diría que lo mantuve con la mayor normalidad posible, pero a medida que pasaba el tiempo la voces también cambian un poco. Recientemente ha vuelto la voz del cobertizo, pero ya no parece tan cabreado ahora quiere que le ayude hablando también del resto. Mientras suplicaba también era la primera vez que vi como se oscurecía dentro de la habitación tan dolida sonaba esa voz que hasta me planteé abrir la puerta, pero espere que se fuera. Las voces se han sustituido por gritos, no de enfado sino de agonía y suplica a diferencia de antes ya no parece que este seguro encerrado cada vez noto con más fuerza que algo entra conmigo en la habitación en la que estoy encerrado. Estando en casa y sintiendo que la cabeza me va a explotar los puedo oír están llorando han dejado de hablarme para centrarse en los golpes un golpe que haría preocupar a un bloque de edificios entero hace saltar un trozo de la pared. Hasta ahora no habían podido romper nada otro gran golpe viene de la puerta y esta vez han logrado crear una grieta "A este ritmo van a entrar". Empuje unos muebles contra la puerta principal creando la barricada más débil que puedas imaginar. ¿Cómo es que ahora son tan agresivos? ¿Qué ha cambiado? Por suerte como siempre vino ese silencio que tanto agradece, quite los muebles que había puesto en la entrada en ese momento solo quería salir al espacio abierto sin puertas de por medio, pero no pude abrirla. Fijándome en la mirilla no podía ver la calle ahora veía una habitación una biblioteca creo y en ella, había un único niño sentado le llame a la puerta para que viniera "Oye, ¿Puedes hacerme un favor y abrir la puerta?" Se levanto negando con la cabeza "No puedo, me han castigado" "Y no puedo dejar entrar a nadie o me castigaran otra vez" otro golpe dentro de casa han roto una de las ventanas pero no veo nada al otro lado esta todo negro. Ya sé lo que ha cambiado ya no quieren entrar, quieren que yo salga voy corriendo a la puerta y la golpee con fuerza para llamar otra vez al niño "Enserio ven abre la puerta por favor" "De verdad necesito que la abras"
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Historias Cortas De Terror [EN REVISION]
Horror[ESTA HISTORIA ESTARA SUJETA A ACTUALIZACIONES PARA MANTENER LA COERENCIA EN LA MISMA TODO EL TIEMPO DEBIDO A CAMBIOS QUE ESTA PODRIA SUFRIR MIENTRAS ES DESARROLLADA POR LO QUE RECOMIENDO IR RELEYENDO LOS CAPITULOS CUANDO SEAN ACTUALIZADOS] Son un m...