Me encontraba por la calle conduciendo el coche cuando de repente una chica se abalanzó encima de este pidiéndome ayuda de forma desesperada, mientras echaba rápidas miradas hacia atrás ella empezó a suplicar "Por favor déjame subir al coche, ese loco intenta matarme". Antes de que hubiera tenido la más mínima oportunidad de reaccionar esta ya se había subido a mi coche, con una cara descompuesta llena de terror
Me quedé paralizado por un segundo, incapaz de procesar lo que acababa de pasar. La chica, con el rostro desencajado, miraba por la ventana trasera, aterrorizada. Sus manos temblorosas se aferraban al borde del asiento.
"¡Por favor, arranca!", gritó con la voz rota, echando otro vistazo hacia atrás, como si en cualquier momento alguien fuera a aparecer.
Apreté el volante, confundido, pero aceleré de todos modos. El coche rugió mientras nos alejábamos rápidamente por la calle desierta. Las luces de los faros apenas lograban iluminar el camino, y el aire dentro del vehículo se sentía pesado.
"¿Quién te está persiguiendo?", pregunté, intentando mantener la calma, aunque mi corazón latía con fuerza.
Ella respiraba agitadamente, sin apartar los ojos de la carretera detrás de nosotros. "Es... es el padre del niño que cuido", susurró, con los ojos llenos de miedo. "Él está loco, completamente loco... no pude soportarlo más."
"¿Qué pasó?", insistí, intentando entender la gravedad de la situación.
Sus ojos se llenaron de lágrimas. "Es que... yo... cometí un error. Solo quería que el niño se callara, que dejara de llorar, pero... perdí la paciencia." Hizo una pausa, como si las palabras la asfixiaran. "Lo... lo castigué... le di una paliza. Pensé que nadie lo sabría, que lo controlaría, pero él... el niño... se lo dijo a su padre."
Sentí un escalofrío recorrerme. Algo en su tono, en la manera en que evitaba mirarme a los ojos, me hacía sentir que había más detrás de su confesión.
"¿Qué hiciste exactamente?", pregunté en un tono más serio.
"¡Fue un accidente!", gritó, comenzando a sollozar. "Lo encerré en el sótano para que dejara de molestarme, pero... no lo volví a sacar. Me olvidé de él... ¡por días! Cuando su padre llegó a casa... el niño ya no respiraba."
Me detuve en seco, los neumáticos chirriando en la carretera vacía. La miré con incredulidad mientras sus lágrimas caían por su rostro. La gravedad de sus palabras me golpeó con una fuerza incontrolable.
"¿Estás diciendo que lo mataste?", murmuré, horrorizado.
Ella asintió lentamente, cubriendo su cara con las manos. "Pero no fue mi culpa... no fue mi intención. ¡Por favor, él me está persiguiendo, quiere venganza!"
De repente, un golpe fuerte sacudió la parte trasera del coche. Miré por el retrovisor y lo vi. Un hombre estaba parado en medio de la carretera, con la mirada fija en nosotros. Tenía una expresión vacía, y su rostro, bañado por la luz de los faros, estaba cubierto de sangre.
"¡Es él!", gritó la niñera, aterrorizada. "¡El padre del niño!"
Pero algo estaba mal. El hombre no se movía, no respiraba, y su piel... su piel parecía más fría, más gris de lo que cualquier ser vivo debería tener.
Entonces, escuché un susurro desde el asiento trasero. Giré la cabeza lentamente, y lo vi. Un niño, pálido y esquelético, sentado justo detrás de nosotros, con la mirada vacía y los ojos llenos de odio.
"Papá está aquí", dijo en un tono gélido, mientras su pequeño rostro se contorsionaba en una sonrisa siniestra.
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Historias Cortas De Terror [EN REVISION]
Horror[ESTA HISTORIA ESTARA SUJETA A ACTUALIZACIONES PARA MANTENER LA COERENCIA EN LA MISMA TODO EL TIEMPO DEBIDO A CAMBIOS QUE ESTA PODRIA SUFRIR MIENTRAS ES DESARROLLADA POR LO QUE RECOMIENDO IR RELEYENDO LOS CAPITULOS CUANDO SEAN ACTUALIZADOS] Son un m...