ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 1

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Una mañana en la que el sol daba inicio al caluroso verano, desde lejos se escuchaba a dos personas hablando. Pero no, en realidad Bakugo estaba teniendo una fuerte discusión con su madre, el cual se trataba del tema laboral

-Ya te he dicho: te vas a casar con Camie para que la empresa pueda tener mucho más éxito. Además, no sé de qué te quejas, si te estoy haciendo el favor de que no te quedes solo y amargado. ¿O acaso ya tienes una comprometida?-dijo lo último casi en un murmullo para ella misma porque es imposible que su hijo le interese ese tipo de cosas.

Bakugo había escuchado lo último que su madre le había dicho, y con esa idea en mente, cogió su chaleco color rojo, abrió la puerta y lo último que dijo la dejó completamente atónita.

-Si la tengo -dijo, saliendo del departamento azotando la puerta, dejó a su madre con los ojos completamente abiertos por no creer lo que acababa de decir su hijo.

Bakugo se formó hacia un gran auto deportivo color rojo, se subió y comenzó a conducir para la empresa, pensando a quién podía tomar como comprometida "fingida" para poder quitarse a su madre de encima. Tan sumido estaba en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que había llegado a la empresa y tuvo que sacudir su cabeza con molestias para dejar esos pensamientos a un lado y encaminarse hacia el interior del edificio. Después de subir por el ascensor y caminar por el gran pasillo que conducía hacia su oficina, Bakugo abrió la puerta y se encontró con el pequeño cuerpo de una chica que parecía dejarle algo sobre su escritorio.

La chica se giró casi enseguida cuando escuchó la puerta chillar, dando inicio que el rubio ceniza había llegado. Lo recibió con una gran sonrisa en su rostro, adornada con un pequeño rubor y brillo en sus ojos color ____.

-Buenos días, Sr. Bakugo, le he dejado su café agrio y unos papeles que necesita revisar- hablaste sonriente como siempre acostumbrabas a saludarlo.

-Buenos días señorita ____. Gracias. Ya puedes retirarte- dijo extendiendo su mano para un apretón de manos como forma de saludo.

Luego se sentó en su oficina y comenzó a revisar los papeles que le habías dejado.

Ibas caminando hacia la salida de la oficina, ya afuera caminaste hacia tu cubículo que quedaba cerca de la oficina de tu jefe. Después de unas horas estabas de regreso a la oficina de Bakugo. Tocaste tres veces y solo escuchaste un "pase" de su parte. Abriste la puerta para adentrarte y quedar frente a su escritorio. Solo para ganar una pequeña mirada de sus rubíes que te recordaban al fuego.

-Señor. Bakugo, ¿ya es hora de que me vaya a casa? ¿Necesita que le ayude con algo antes de que me vaya? ¿Quiere que le traiga más café u otra cosa?- preguntaste para saber si todavía necesitaba ayuda con su trabajo y si quería algo más antes de que te fueras.

-No gracias, ya te puedes retirar.- habla finalmentre mientras te examina mientras caminas hacia la puerta como si te estuviera desnudando con su mirada.

-Pero antes de que te vayas...- dice interrumpiendo tu salida. Se levanta de su asiento y camina para pararse detrás de ti.

Te giras con precaución y hablas con curiosidad

-¿Qué pasa, Sr. Bakugo? - hablaste esperando su respuesta mientras sus ojos rojos estaban puestos en ti, evaluando cada movimiento como si fueras su próxima presa.

-Quiero que fingas ser mi pareja, te pagaré más dinero si es necesario- lo soltó sin pelos en la lengua, como si fuera algo totalmente normal, y ni siquiera titubeó al decirlo.

Te quedaste estática en tu puesto, procesando todo lo que te había dicho tu jefe. Te costaba creer lo que habían salido de su boca, ya que lo conocemos muy bien y es un hombre arrogante y orgulloso. Claro que eso no le quita que es jodidamente atractivo, incluso a pesar de su carácter y su vocabulario muy vulgar. Pero cuando te recuperaste un poco de la sorpresa, aclaraste la garganta y respondiste tartamudeando.

-¿P-pero por qué quieres que finja ser su pareja? - dijiste mientras un rubor apareció en tus mejillas y tú mente se sumergió en un mar de preguntas hablaste en tu estado de shock- ¿Y por qué me eligió a mí?.

-Mira, solo necesito que por el momento me aceptes mi oferta, las preguntas pueden esperar. - dijo con una voz molesta, sintiendo como si estuvieras haciendo un interrogatorio por las muchas preguntas que le hacías.

    

End of the chapter one...

↞ 𝑨𝑫𝑫𝑰𝑪𝑻𝑰𝑶𝑵 ↠「𝐁𝐀𝐊𝐔𝐆𝐎 𝐗 𝐋𝐄𝐂𝐓𝐎𝐑𝐀」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora