Capítulo 97: Valor

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Lumian se desplomó en el suelo, jadeando. Apenas podía reunir fuerzas para mover un dedo.

En silencio, observó las llamas carmesí que parpadeaban en el suelo, cuya intensidad disminuía gradualmente hasta apagarse.

Durante ese tiempo, Lumian consiguió inclinarse hacia delante y agarrar a Mercurio Caído con la mano izquierda, mientras con la derecha empuñaba con fuerza el hacha negra estaño, preparado para cualquier amenaza inesperada.

Su concentración era inquebrantable y permanecía en alerta máxima.

En su interior, rezó al Sol Eterno y al gran ser desconocido, con la esperanza de que lo protegieran de cualquier daño.

En su estado actual, incluso un enemigo mundano como el monstruo sin piel podría derribarlo fácilmente, por no hablar de la posibilidad de que la criatura llameante reviviera inesperadamente.

A medida que pasaba el tiempo, la espiritualidad y la resistencia de Lumian mejoraban gradualmente, pero sus heridas no hacían más que empeorar, dejándolo desorientado y desconcentrado.

El Cazador debe ser prudente, sensato y paciente, y saber aprovechar el entorno en su beneficio. Sobre todo, requieren valentía.

Valentía para enfrentarse a lo inesperado, para perseverar ante la crisis, para armarse de valor cuando la huida parece imposible y para encontrar un camino para salir de las garras de la muerte...

Distraído por estos pensamientos, Lumian sintió de repente como si la poción Cazador que corría por él hubiera sido absorbida por completo.

Era como si una barrera se hubiera roto y una pequeña chispa se hubiera fundido con cada fibra de su ser.

Todos los rastros de la pérdida de control de Lumian desaparecieron y su estado mejoró inmediatamente.

Lentamente, se puso en pie y lanzó un suspiro tranquilo.

En realidad lo he digerido...

Esto significaba que estaba listo para la siguiente poción.

Lumian, empuñando el puñal negro estaño en su mano izquierda vendada, observó su entorno. De vez en cuando, se fijaba en los restos del monstruo en llamas, esperando pacientemente la aparición de las características Beyonder.

A diferencia de la rápida transformación del monstruo de la escopeta, Lumian esperó media hora. Se preguntó si el monstruo llameante aún vivía y si debía golpearlo unas cuantas veces más.

Finalmente, a punto de desplomarse por las heridas, del cuerpo del monstruo brotaron chispas rojas.

Como luciérnagas, revolotearon alrededor del cadáver antes de unirse gradualmente en un objeto escarlata parecido a un corazón.

El "corazón" palpitaba, con su superficie surcada de innumerables agujeros diminutos, de los que se filtraban llamas indistintas.

¿Es este el ingrediente principal de la poción Pirómano? reflexionó Lumian, agachándose para recogerlo.

Un dolor punzante irradió desde la palma de la mano directamente a su mente, haciendo que instintivamente quisiera arrojar el "corazón" lejos para escapar de la agonía.

Por suerte, la piel de Lumian había quedado entumecida por las quemaduras del monstruo en llamas, lo que le permitía apenas tolerar el dolor relativamente leve.

Intentó envolver el "corazón" en una tira de tela, pero ésta se incineró al instante, reduciéndose a cenizas.

Tras pensarlo un momento, Lumian dejó el ingrediente Beyonder en el suelo, envolvió a Mercurio Caído en la tela negra restante y se lo aseguró a la cintura.

LOTM 2: Círculo de InevitabilidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora