Impostor // [Kookmin]

18

[⚠️ ATENCIÓN: El contenido de este capítulo contiene escenas fuertes no apto para sensibles, leer bajo su propia responsabilidad]

- Cuando te diga "cállate" lo vas a
hacer...si no quieres que lo hagamos
a mi manera - susurro sobre sus labios
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Jeon despertó con un intenso dolor de cabeza y la vista borrosa, el aroma repugnante llenaba sus fosas nasales, frunció el ceño y miro a su alrededor desorientado, intento tocar su cabeza pero sus manos estaban atadas detrás de su espalda.

- ¿Qué -

- ¿Estás bien? - pregunto una voz tierna

Jungkook se giro y cuando su vista se aclaró miro a una pequeña niña que lo miraba a tan solo un metro de distancia, a su lado también había otro pequeño fue entonces cuando recordó

Había ido a aquella casa a pedir un poco de azúcar, pero escucho el sonido de algo romperse y cuando entro miro las gotas de sangre en la madera del suelo, siguió el rastro y miro el cuerpo de un niño tendido en el piso, justo en ese momento algo golpeó su cabeza y todo se volvió negro

- ¿Dónde estoy?

- El sitio de juegos - Murmuró la niña afligida

- ¿Sitio de juegos? - Repitió mientras miraba el lugar que tenía apariencia de ser un sótano, miro las condiciones en las que estaban ambos niños - ¿Que hacen aquí?

- El hombre de los chocolates nos trajo aquí

- ¿Hombre de los chocolates? - simplemente no entendía que era lo que sucedía - ¿Cuánto tiempo llevan aquí?

- Una semana - Murmuró la niña - El hombre de los chocolates dijo que nos dejaría ir si hacemos todo lo que él dice pero...- derramó lágrimas - Ya no quiero...- jeon la miro confundido - Me duele...quiero irme de aquí, quiero ver a mamá

La pequeña se abrazo mientras lloraba y algo en la mente de Jungkook hizo click

- Ay mierda - susurro y trato de liberarse

Justo en ese momento la puerta fue abierta y la figura de un hombre bajando las escaleras apareció

Los niños se acurrucaron en la esquina del cuarto y Jeon miro al hombre

- Hola de nuevo - sonrió el hombre

- ¡¿QUE DEMONIOS ESTAS HACIENDOLES?! - grito molesto y el hombre solo río

- ¿Yo? - pregunto mientras se acercaba a los pequeños - Solo estoy jugando con ellos - tomo el brazo de la pequeña y la levanto para cargarla - ¿Verdad que nos divertimos?

La pequeña hizo cara de asco

- ¡SUELTALA!

- ¿Siempre gritas de esa manera?

- ¿Que le hiciste al niño de arriba?

- Oh, él...- pensó mientras acariciaba el cabello de la pequeña - No me gustan los berrinches...además...el cuarto de juegos tiene un límite de tiempo...y el suyo había llegado a su fin

- ¡DEJALOS IR MALDITO ENFERMO!

- ¿Enfermo? - río - Yo solo les doy amor a estos niños. El amor que su padres no les dan...Yo miro la tristeza en sus ojos cuando van por la calle y por eso los traigo hacia mi, para demostrarles la verdadera felicidad