"you're like the morning sun and oh its hurts so bad to watch you rise and go to a place far, far away"
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✧ Serie de historias acerca del omegaverse con la participación de shipps de las seri...
Lo que más odiaba Reborn de ser un alfa es justamente las rutinas.
El sentirse pegajoso, caliente y sobre todo no tener control de las acciones que hace.
Justamente cuando comienza esa semana, que el mismo autodenomino infierno, parece que se convierte en otra persona.
Era insoportable salir, su olfato se agudizaba, y sus feromonas se notaban más para conseguir a alguien para tener un cachorro.
No pensaba como un ser funcional, era más impulsivo con las personas de su alrededor y olvidaba por lapsos todo lo que sucedía.
Y para arruinar más este rut, finalmente su lobo pensó que ya había conocido a su pareja predestinada y que por fin iban a pasar su rutina con alguien.
Lamentablemente, así no iba a ser.
Por qué no eran nada. Solo eran compañeros de apartamento que trataban de sobrevivir el semestre y de pagar a tiempo la renta del apartamento.
Solo eso, nada más.
Entonces, gracias por el poco autocontrol que tiene ese día, y para no lastimar de ninguna forma a Missa le pidió amablemente irse por unos cuantos días.
Claro que al principio el pelinegro estaba confundido, no era común que un día para otro tu compañero llegará a pedirte que te fueras donde vivías por unos días. Pero solo basto unas pequeñas explicaciones del porqué y automáticamente todo cuadro.
Y solo basto con esa sonrisa radiante de Missa para que se sintiera tranquilo y en calma, aunque sea por un momento.
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- Lo siento por hacer que te fueras por esta semana tan de repente...
Reborn lo miro con preocupación mientras cruzaba los brazos en un intento de calmarse a si mismo. En ese momento, realmente agradecía de que Missa no pudiera oler las feromonas.
- No te preocupes Reborn, a veces así las cosas pasan de repente. Además, mis tíos están contentos de recibirme por unos días.
Dijo con una sonrisa mientras se acomodaba la mochila con sus cosas para checar que llevaba todo lo que necesitaba al menos por 3 días.
El alfa apretó con fuerza uno de sus brazos mientras se distraía con el rejol que tenían en la sala intentando no fijarse tanto en el cuello expuesto del beta.
El control que tenía en esa semana era nula, muy pocas veces podía controlarse a sí mismo y a las cosas que hacía. Y en este momento, el control ya se estaba resbalando de las manos.
- Creo que tengo todo. Entonces ya me voy. ¿Me mandas un mensaje cuando todo haya terminado?
El castaño asintió sonriendo con tranquilidad cuando el alto lo miro con una sonrisa. Podría ser que en este momento estuviera pasando por una tormenta en su interior, pero pareciera que con solo ver una pequeña sonrisa dirigida hacia el lo calmaba todo.
- Bien, entonces que todo vaya bien, supongo.
- Ve con cuidado, igual mandas mensaje cuando llegues a la casa de tus tíos.
Missa asintió mientras se iba del apartamento dejando ahí al alfa que estaba a pocas horas de comenzar con su celo.
Solo pasaron unos segundos cuando finalmente Reborn cayó al suelo quejándose del dolor que estaba comenzando a surgir.
Necesitaba aprender a controlarse a si mismo cuando su beta estuviera alrededor de el, si no, podría hacer una cosa estúpida.
Y de todas las cosas, no quería hacer algo estupido. No hacia Missa.
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Un gran aplauso para mí, primer día y ya voy atrasada (｡•̀ᴗ-)✧
