Capitulo 3

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- ¿Entonces estás de acuerdo Ada? -El señor Sánchez se dirigía a mí.

-Disculpé señor, no le oí bien.

-Que empieces a tomar fotos en el entrenamiento Ada. -Dara me presiono el brazo, si seguía así a final del día acabaría sin brazo.

Vi como el chico llegaba corriendo, se estaba uniendo al grupo que entrenaba, cuando el entrenador lo vio.

-Páez ven acá. –El chico refunfuño y se acercó.

- ¿Qué te pasa? Deja de mirarlo como tonta, sabes bien que no se puede. –Dara hablo suave para que solo yo pudiera oírla.

-Nada de eso, te lo explico luego.

-Como tardaste tanto si solo ibas a buscar la camiseta de entrenamiento. –Sánchez estaba molesto.

-Con el desastre que dejaron en el cuarto fue imposible encontrarla. –Me miro disimuladamente, el descaro era impresionante, hablaba con tanta seguridad.

-La próxima no los dejes, eres nuevo en este equipo, pero no en futbol o Diego no te enseño disciplina.

La cara del chico cambio, ya no estaba tan seguro.

-Tiene razón profe disculpe, no volverá a pasar.

-Bien, por ahora explícale a Ada lo que están haciendo para que pueda empezar a tomar fotos.

-Vamos. –Me hizo una seña para que lo siguiera. –Gracias por no delatarme, por favor no digas nada, no quiero que el profe se moleste, ella. -No necesitaba sus explicaciones.

-Tranquilo, no me debes ninguna explicación, lo que sea de tu vida personal no me incumbe, mi trabajo es únicamente tomar fotos y tranquilo nunca he sido chismosa. –Lo decía de verdad.

-Quisiera explicarte, no quiero que tengas una mala imagen de mí, no soy un man que anda por la vida vacilando con todas.

Para en seco, me gire para mirarlo de frente.

-Mira si lo eres o no, no me in cum be. –Lo dije lento y separado para que entienda. –Si te comes a todo el Ecuador no es algo que debas explicarme, tu eres un futbolista y yo soy la fotógrafa, tu trabajas yo trabajo y no te preocupes no le voy a contar lo que vi a nadie.

-No me com.

-Hola fotógrafa, ya vienes a tomar mis fotos. –Piero interrumpió la conversación y paso su brazo sobre mis hombros, el chico que tenía al frente era alto, pero incluso se veía pequeño al lado de Piero, yo le llegaba al hombro estando totalmente derecha.

El resto del equipo me noto y se acercaron, tenía una bola de hombres a mi alrededor haciendo muchas preguntas a la vez, eso no me ponía nerviosa, pero sus estaturas si lo hacían, a la mayoría los podía observar únicamente si miraba hacia arriba.

Con los porteros ni hablar debía dar unos pasos atrás para observar sus caras, ellos no dejaban de hacer sus preguntas y no se daban cuenta de lo incomoda que me sentía o no les importaba.

-Yo soy el primero para la foto, mi estilo sorprenderá, un gusto Ángelo Preciado. –Me ofreció su mano, es el primero que se presenta, supongo que el resto de por hecho que los debo conocer.

-El gusto es mío, me encanta conocer gente educada. –Por primera vez todos quedaron en silencio, se observaron entre todos.

Sabía lo que venía, iba a comenzar una horda de presentaciones, hombres y su ego.

-Voy a tomarles fotos a todos, solo sigan entrenando y yo me encargo del resto. -Me zafé del brazo de Hincapié y corrí a una esquina de la cancha.

Puse mi mochila en el piso y saqué el monopie, el teleobjetivo y la cámara, puse todo en su lugar, me empezaba a sentir cómoda.

Juego por el amor | Kendry PaezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora