[...] Y sé que no volverás
Pero igualmente te espero
Y ahora estoy como un nochero
Entre la tierra y el cielo [...]Hoy recuerdo el día en que te conocí, Xiao Zhan.
Hacía frío, recibí el castigo del Emperador Supremo por no ser capaz de concentrarme en las prácticas para mejorar mi cultivo espiritual.
No me arrepiento de haberlo hecho, caso contrario, nuestras vidas no se hubieran entrelazado.
Como el futuro Emperador Celestial, mi poder espiritual rebasaba mi capacidad de controlarlo y mis técnicas de cultivo aún eran precarias, estas debían ser perfeccionadas para merecer sobrellevar el título que me sería dado, uno que conllevaba una gran responsabilidad sobre mí. Con el que nací y heredé, pero aunque no quisiese debía llevar esa gran tarea a cabo, por el bien de todos los reinos y los seres que habitan en él.
Desde los años más remotos, revelarse a las leyes divinas era sinónimo de castigo, tales como también lo eran desarrollar sentimientos desmedidos, el apego a lo material y sobre todas las cosas, el amor.
Prescindir de ello fue sumamente fácil... hasta ese día en que te conocí.
"...Xiao Zhan, si el mundo desaparece, tú también lo harás, protegiéndolo, también te estoy protegiendo a ti..."
"...Eso no es de importancia, yo sería capaz de perder mi cultivo espiritual con tal de llevar una vida pacífica contigo, lejos de tantas reglas y limitaciones..."
Desde ese día, te habías convertido en mi mundo.
Habías sido enviado desde un lugar tan remoto, donde las limitaciones del Reino Celestial parecían no llegar, pero las secuelas de ambiciosas guerras sí lo habían logrado, arrasado con todo lo que llamabas hogar. Mucho tiempo después de que te animaste a romper el silencio, me enteré por tus propios labios que un demonio aliado te ayudó a escapar con sus últimas fuerzas, se despidió de ti con su último aliento, saldando con honor la deuda con tus padres.
Inmortal Xiao Zhan, único descendiente sobreviviente del Clan de Loto.
Desde ese momento te escondí del mundo para que nadie más se atreviera a hacerte daño, construí esta choza y un estanque de lotos para ti, para que lo sientas como tu hogar, tu refugio. Nuestro lugar.
Nunca me hubiese imaginado que esa pequeña bola blanca y peluda de cuatro patas, que encontré en el medio de la nada, enroscada por el intenso frío, se convertiría de la noche a la mañana, en un hombre de carne y hueso.
Un descendiente inmortal de alto rango, con grandes conocimientos y poderes inigualables.
Apenas los rayos del sol nos acariciaron, el hechizo protector que te escondía en esa forma animal se esfumó por completo, te había abandonado dejándome apreciar tu verdadera apariencia: tu cabeza descansaba sobre mi pecho, tu largo y sedoso cabello oscuro caía como un manto negro sobre mis brazos. También recuerdo el aroma a loto que desprendía, haciéndome cosquillas en la nariz, en todo mi ser.
Te asustaste y debo confesar que yo también lo estuve... aunque mi semblante sereno no lo demostrara. Yo era bueno ocultando cualquier sentimiento, pero poco a poco esa fachada, esa coraza impuesta por tantas doctrinas celestiales y castigos se fue deteriorando.
El amor estaba prohibido entre inmortales, pero eso no impidió que rompieramos esa apreciada y temida regla.
Sentí como si hubieras metido tu mano en mi pecho, apretando con fuerza mi corazón, haciéndolo revivir.
Xiao Zhan, ¿por qué me enseñaste a amar y luego te marchaste?
Yo hubiera dado mi vida por ti, hubiese soportado el castigo por ambos.
Xiao Zhan, yo también me hubiera deshecho de mis años de cultivo y arrancado a pedazos mi investidura celestial por protegerte. Por conservar nuestro amor.
Fuiste egoísta al sacrificarte, ¿lo sabes?
Cuando llegó a mis oídos la noticia que saltaste, corrí hasta allí con la loca idea de hacer lo mismo, hasta que encontré tu sombrilla que cuidabas con tanto recelo, tu apreciada arma espiritual al borde del vacío como un último mensaje...
"Un día podrás quitármela y la sostendrás para mí..."
Recuerdo los tiempos en nuestra choza, cada momento compartido, cada beso prohibido, cada caricia...
Todo era nuevo para ambos.
Aún veo tu silueta deambulando a mi alrededor, practicando en el llano o meditando en silencio...
Ese primer beso bajo la lluvia, ambos cubiertos por tu gran paraguas, tu cuerpo tembloroso pegado al mío, tus mejillas sonrojadas, tu aliento húmedo y caliente rozando mis labios.
Xiao Zhan, ya siento los ojos resecos de tanto llorar, ¿volveré a verte algún día?
Debo dejar de pensarte por un momento, como siempre el Emperador Supremo llegó, intenta convencerme de que tome su puesto y dejé de estar en reclusión.
No quiero.
Cheng Yi es el mejor en esto y lo sabe, aunque no quiere admitirlo, no desea verme así, a pesar de que abolió las leyes que impedían lo nuestro, ¿de qué sirve ahora?
Lo sé, lo sé, te escucho diciéndome, "ser mezquino no ayudará, piensa en los demás, puede haber más inmortales sufriendo al igual que nosotros".
No perderé las esperanzas, aunque me crean demente, algo dentro mío me dicta que aún sigues vivo en algún lugar y que pronto nos volveremos a encontrar...
Hola, buenas noches 🌃
Les dejo un regalito por el buen recibimiento de la historia
¡Ya cuenta con más de 1K de vistas y más de 200 votos en tan poquito tiempo!
En verdad, agradezco mucho a cada uno de ustedes que se toma el tiempo de leer, votar y comentar 💞
Nos estamos leyendo pronto 😘
ESTÁS LEYENDO
PRISIONERO [YiZhan]
FanfictionXiao Zhan decide realizar un sacrificio de amor por Wang Yibo cuando es consciente de que ambos serán condenados en el Reino Celestial si llegan a ser descubiertos. ❤️OMEGAVERSE ❤️WANG YIBO ALFA ❤️XIAO ZHAN OMEGA ❤️FANTASÍA ❤️CAPÍTULOS CORTOS ❤️CONT...