Caprichos del destino

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Después de 2 años en el que Manuel y Sofía estuvieron haciendo sus vida por separado, de la nada, el destino provocó que vuelvan a ponerse en contacto.

Ambos coincidieron en una fiesta, Sofía había ido con algunos de sus amigos mientras que Manuel fue al lugar con su mejor amigo Alfredo (un chico de unos 23 años). Pasó un largo rato hasta que el chico vio que le comenzaba a dar un ataque de ansiedad, desconociendo el origen del mismo.

Por coincidencias, Manuel vio que Sofía sacaba el móvil para mandar un mensaje, en un principio supuso que se lo mandaría a alguien de su grupo de amigos, pero al notar que quién recibía dicho texto era él mismo, decidió atender al mensaje.

En el texto, Sofía le estaba pidiendo ayuda debido a la ansiedad que se le estaba generando, indicando que necesitaba algo para calmarse. Manuel sabía que la chica fumaba, por lo que interpretó que Sofía necesitaba una caja de cigarrillos.

El chico sacó a Sofía del lugar y le pidió que esperase allí hasta que él volviese. Era una noche en que había una niebla espesa y podría ser peligroso conducir en aquellas condiciones,  pero le era más importante tranquilizar a Sofía.

Se montó en el coche, conduciendo a unos 200 km/h, llegando a la gasolinera de su pueblo, en donde compró un paquete de Camel y volvió de nuevo al sitio en dónde había dejado a una ansiosa Sofía, le importaba su bienestar ante todo.

Cuando llegó final y nuevamente al lugar, se encontró a Sofía y a una chica, de nombre Mónica de 19 años y que se presentó como su mejor amiga, estaban esperando a Manuel para recibirlo.

Él se mostró vergonzoso viendo la situación que se le presentaba, pero se armó de valor, se bajó del coche para llevarle el paquete y ella al verlo, le dió las gracias y se lo iba a pagar. Él dijo que no, que era suficiente una cerveza.

Aquella noche era la primera vez que se conocían en persona ambos, y por consecuencia, Manuel estaba algo cortado durante la fiesta.

Una vez que la chica se tranquolizó, los tres entraron al interior, en dónde Sofía le presentó a su grupo de amigos, siendo así que fueron a tomarse una cerveza.

Hablaron de Héctor, el chico que les presentó. Habían reñido con él por meter mierda sobre su Mónica, provocando que perdiesen el contacto con Héctor.

Estuvieron bailando hasta la 1 y media, momento en el que Manuel se marchó a casa.

Siguieron hablando por varios días, aunque nuevamente, por azares del destino, dejaron de hablarse por que así lo ameritaba el destino.

Vínculos Fracturados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora