Amor Halcón

27

Cierto día el team infierno se reuniría porque comenzarían con los preparativos para los eventos.

El team ya estaba casi completo, solo faltaban los Emiliaco. A los lejos los vieron con la carreola de los bebés, siempre sentían emoción al verlos.

-Miren quiénes vinieron- dijo Poncho.
-Ya llegamos- dijeron los Emiliaco y los bebés se emocionaron al ver a sus tíos.
-¡Ay, ven muñequita!- dijo Wendy cargando a Giulietta-. Ven con la tía Wendy.
-Y tú ven con el tío Apio- dijo Apio cargando a Sebastián.

Los bebés adoraban a sus tíos del team, no tenían favoritismo porque los querían por igual. Los Emiliaco sonreían al ver lo amados que eran sus hijos por sus familias y amigos. Los bebés se quedaron en brazos de sus tíos mientras mordían algún juguete.

-Entonces, ¿ya quedó todo lo del bautizo?- preguntó Sergio.
-Así es, ya me confirmó un padre que él los va a bautizar- dijo Emilio-. Ya solo falta mandar a hacer las invitaciones.
-Solo para confirmar; Poncho y Marcela serán los padrinos de Sebastián, Apio y Juan Pablo padrinos de Ramiro, Wendy y Nicola padrinos de Giulietta- dijo Joaquín.
-Así es- dijeron los mencionados.

Los planes del bautizo ya estaban completos y comenzaron con los de la boda, aunque solo se casarían al civil querían que fuera algo a lo grande porque sería un momento que recordarían toda su vida.

-Oigan, ¿y a dónde se irán de luna de miel?- preguntó Wendy con picardía.
-Aún no hemos definido el lugar- dijo Joaquín-. Solo nos iremos pocos días porque no queremos estar tanto tiempo lejos de nuestros halconcitos.
-Capaz y hasta regresando de su luna de miel les dan un nuevo hermanito a los halconcitos- dijo Sergio y todos echaron carrilla.
-¡Tata!

Sonaba bonito que en un futuro los Emiliaco tuvieran otro hijo, pero con sus tres bebés eran muy felices.

Más tarde los Emiliaco regresaron a casa, los bebés se habían dormido y los llevaron a acostar a sus cunas. Joaquín abrazó a Emilio y recargó su cabeza en su pecho, el abrazo fue correspondido.

-Te amo Emi- dijo Joaquín sonriendo.
-Yo te amo más- dijo Emilio-. Una razón por la que te amo es porque formé una bonita familia contigo.
-Lo más bonito que me ha pasado. Pero lo que más espero es nuestra boda.
-Será el momento más especial, ya no espero nada más que ser tu esposo.

Ambos se dieron un beso y fueron a su cuarto para dejar descansar a los bebés.