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—𝔀𝓮'𝓵𝓵 𝓫𝓮 𝓪𝓵𝓻𝓲𝓰𝓱𝓽

GP SILVERSTONE ⁰³ ° ⁰⁷ ° ²² 🏎

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GP SILVERSTONE
⁰³ ° ⁰⁷ ° ²² 🏎


—¡Yo quiero ese gorro! —dice emocionado Lando al ver el pequeño gorro con la bandera de Reino Unido—. Hay uno de España también, Liv.

Cayendo vilmente en el consumismo Lando, Alena y yo terminamos con los gorros que tenían la bandera de nuestros países. Ninguno de los tres se los quito al entrar al paddock.

—Con esto voy a ganar la carrera —Lando acaricia el gorro con seguridad.

—Es para calentar tu cabeza, tampoco hace milagros —se burla Alena.

—Ni siquiera manejas —se cruza de brazos el británico.

—Tengo a mi propio chófer —dice Alena tomando mi brazo.

—Creo que te equivocaste de Sainz —digo con inocencia.

—Pasas mucho tiempo con George —se queja la pelinegra, soltando mi brazo con dramáticamente.

—¿Ya no nos quieres, Liv? —agacha la cabeza Lando.

—A tí tal vez no, porque a mi si —lo interrumpe Alena.

—¡Shh! —la calla—. ¿Me cambiaste por los Mercedes? —vuelve con el drama Lando.

—Mira el lado bueno, también son británicos —sonríe Alena—. Ah, y ahí están —señala con la cabeza a ambos británicos.

—¡Liv! —grita emocionado George—. No te vi ayer luego de las prácticas —se queja abrazándome—. ¿Cambiaste de perfume?

—¡George! —lo regaña Lewis.

—¿Qué? No huele mal, de hecho me gusta más que el anterior —negando con la cabeza abrazo a Lewis—. ¿Pero si lo cambiaste o no? —me observa con curiosidad.

—Sí lo cambie —digo riendo.

Lando se aclara la garganta y Alena observa sus uñas desinteresadamente.

—¡Hola a ustedes también! —los saluda George—. ¿Dónde compraron esos gorros?

—¿Quieres uno? —le pregunta Alena a George, el cual asiente con una sonrisa.

Alena saca de su pequeña mochila el gorro extra que habíamos comprado, las dos y Lando aunque lo negaba, habíamos pensando que George se volvería loco al tener uno.

—¿Y yo? —pregunta indignado Lewis al observa a su compañero colocarse su gorro.

—No vamos a arruinar tu outfit —le digo tranquilamente.

—¿Te gusta el collar? —el británico empieza a enseñarme la joyería que andaba con emoción.

—¿Trajiste a Roscoe? —curosea Lando—. Si vino... ¡Yo pido jugar con él primero!

𝐖𝐈𝐋𝐃𝐄𝐒𝐓 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒 » 𝐓𝐎𝐓𝐎 𝐖𝐎𝐋𝐅𝐅 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora