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El mexicano deslizaba en círculos la palma de su mano, sobre la espalda del contrario. Regalandole pequeñas palabras de apoyo, intentando reparar algo que no había roto el, era su trabajo como psicólogo, pero justo ahora se sentía como si estuviera consolando a alguien muy especial para él, iba más allá de la amistad.

Unos minutos más tarde logro calmar al brasileño, se encontraban sentados sobre un sillón, Roier tomando las manos del contrario, escuchando atentamente su historia, sintiendo muchas ganas de llorar en el proceso, y cuando el contrario acabo con su relato lo noto más relajado. Hablaron un poco más hasta que el sonido de la alarma sonó, dando por finalizada la consulta.

-Roier se puso de pie- bien es todo por hoy. Intenta no volver a sobre pensar las cosas, y si es así, recuerda todo lo que hablamos- camino a su escritorio- y recuerda..... No estás solo- Cellbit suspiro ante lo dicho-

-Tu.....-llamo la atención del contrario- ¿Sabes dónde está mi hermana?-

-Claro que lo se, ella se comunicó conmigo- se sentó en su escritorio-

- ¿Ella.....me....- no quiso terminar la frase-

-no, no lo hace, ella no te odia.... Al contrario- se puso de pie y se acercó sosteniendo algo entre sus manos- Ella...... Quiere que estés presente en su vida- le entrego un pequeño papel con un número telefónico- y yo quiero que estés en la de ella-

-Gracias guapi.....-se aclaro la voz rápidamente- doctor Roier- el contrario sonrió-

Se alejo de nuevo a su escritorio, mientras el contrario se ponía de pie.

-Bien entonces... Nos vem- se dió la vuelta y detuvo sus palabras al ver al contrario viendo su estantería de libros- ¿Quieres llevarte uno?- le sonrió-

-¿Puedo?-

-Claro que puedes- le sonrió brindándole confianza-

-mmh. ¿Me recomiendas uno? -

- clarop - se acercó a la estantería - haber,aquí tengo libros de motivación, aquí biografías- iba apuntando con su dedo- y aquí, los de ficción- se puso de puntitas intentando alcanzar la parte más alta logrando tomar un libro, pero ocasionado que algunos libros temblaran-

Cellbit al ver que los libros caerían sobre el mexicano se apresuró a llegar y cubrirlo con su cuerpo, fue rápido, por qué antes que estos cayeran le dió vuelta al cuerpo de Roier para que la posición no fuera tan incomoda. Pero vaya que se había equivocado, ya que esta posición era aún más incomoda.

Roier se sorprendió por la inespera y rápida acción del brasileño para protegerlo, y aún más por la posición en la que estaban. Imaginemos este escenario cliché. Él chico más alto protege al más bajo de lastimarse, tomándolo de la la cintura para acercarlo más a él, cuando los libros caen al suelo. Levanta la mirada lentamente, encontrándose con mirada del otro, que ya desde antes lo andaba observando. El flechazo es inmediato, sus respiraciones se detienen, sus latidos se aceleran, sus palmas sudan, y ambos observan los labios del contrario deseando probarlos.

Bueno, ese es el tipo de cliché con que Roier se topaba en todas las historias que leía, más nunca se imagino que eso le iba a pasar a él.

Y menos que ambos hayan decidido hacerle caso al deseo, uniendo sus labios de manera lenta, sin prisa, solo fue un pequeño toque.Pero el deseo fue aún más, insitandolos a ir más lejos, y claro que ellos no se hicieron de rogar, dejándose llevar. Sus lenguas se mezclaban de manera suave y perfecta , sus manos se aferraban al cuerpo del contrario. Desbordando de deseo y satisfacción, sabian que tenían química lo supieron desde que se vieron por primera vez.

El Psicólogo. Guapoduo♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora