Las Nubes Tristes (König Tu Padre)

capítulo 5

En un rincón sombrío y asfixiante, estás atado a la maldita cama como un sacrificio inútil. Las cadenas te aprietan, carcomiendo la esperanza mientras Makarov, un bastardo sin escrúpulos, disfruta del espectáculo macabro que está a punto de desencadenar. Las herramientas de tortura reposan con malicia en una mesa cercana, como instrumentos del infierno listos para desgarrar tu cordura.

Makarov, con sus ojos fríos como la muerte y una sonrisa que destila pura maldad, comienza el ritual de tortura con la frialdad de un verdugo. Las herramientas, afiladas como tus peores pesadillas, destilan crueldad en cada reflejo sádico. El silencio se quiebra con la promesa de sufrimiento inminente.

Cada detalle se graba en tu mente atormentada: el crujir de los guantes de Makarov, la disposición meticulosa de las herramientas y el aire saturado de un terror tangible. La narrativa en segunda persona te sumerge en la pesadilla, donde la ansiedad te estrangula ante la proximidad de un tormento brutal.

En este infierno creado por Makarov, las acciones despiadadas y las palabras afiladas resuenan como un grito de tu propia pesadilla. La habitación se convierte en un calabozo de sufrimiento, forzándote a encarar la oscuridad más profunda de tu propia existencia.Makarov se inclina sobre ti, su aliento rancio empañando el aire, mientras sus manos enguantadas se preparan para desatar el caos en tu piel. Las herramientas, ahora sostenidas con una malicia palpable, danzan en sus manos como instrumentos de una sinfonía de sufrimiento. Tu pulso acelera, anticipando la tortura que se avecina.

El sonido metálico de las cadenas tintinea en la habitación mientras te retuerces en vano. Makarov, con su risa estridente, parece deleitarse en tu vulnerabilidad.
Makarov:"Es hora de que conozcas el verdadero significado del dolor", murmura con una frialdad que helaría la sangre de cualquiera.

La primera herramienta desciende, cortando el aire con un silbido sádico. El dolor punzante te envuelve, y cada grito ahogado alimenta la macabra satisfacción de Makarov. El mundo se reduce a la agonía física y a la psicológica, creando una pesadilla caleidoscópica de sufrimiento.

Mientras las herramientas cumplen su función diabólica, el tiempo se desdibuja en un torbellino de tortura interminable. Makarov, imperturbable, continúa su danza grotesca, transformando la habitación en un escenario dantesco donde la realidad se deshace en pesadilla.

La línea entre la cordura y la locura se desvanece mientras te sumerges en un abismo de sufrimiento inimaginable. La oscuridad consume tus sentidos, dejándote a merced de la crueldad sin límites de Makarov, un verdugo de la peor calaña.En la sinfonía discordante de tormento, Makarov persiste en su macabro ballet. Las herramientas, ahora impregnadas de sangre y desesperación, reflejan el precio de tu agonía. Cada movimiento de sus manos se convierte en una danza grotesca, mientras tu cuerpo, marcado por la crueldad, se retuerce en la cama como un títere desgarrado.

La risa de Makarov resuena en la habitación, un eco despiadado que se mezcla con tus gritos ahogados.
Makarov: "¿Pensaste que escaparías ileso?" pregunta con burla, disfrutando del espectáculo de desesperación que ha orquestado. Tu resistencia se desvanece gradualmente, eclipsada por la brutalidad de su tortura.

El dolor, como una marea interminable, amenaza con arrastrarte hacia la locura. Cada nuevo instrumento de sufrimiento aplicado por Makarov es un golpe a tu cordura, un recordatorio de tu vulnerabilidad extrema. La realidad se distorsiona en un caleidoscopio de tormento, y la esperanza se desvanece con cada gota de sangre derramada.

Makarov, indiferente al sufrimiento que inflige, continúa su ritual malévolo. Las herramientas se convierten en extensiones de su propia crueldad, y tú, prisionero de la pesadilla, te sumerges en un abismo de desesperación. La habitación se transforma en un escenario dantesco donde la violencia y el horror se entrelazan, dejando cicatrices indelebles en el tejido mismo de tu existencia.En el punto álgido de tu sufrimiento, cuando la desesperación amenaza con engullirte por completo, un estruendo repentino sacude la habitación. La puerta, previamente inmutable, se quiebra bajo el impacto de una entrada audaz. Entra Price, con su equipo de élite, como una ráfaga de esperanza en la oscuridad.