capitulo 3

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cuando llegamos al lugar no pude evitar sorprenderme, la recepción se llevaría acabo en el salón de uno de los hoteles mas grandes de Seúl, la verdad era enorme, nunca en mi vida había pensado siquiera estar en un lugar como este, me estaba empezando a sentir muy peque entre tanta gente importante, solo esperaba no dejar en ridículo a la señorita Han o seria hombre muerto y despedido, por que estaba seguro que antes de despedirme cortaría mi cabeza.

--Jimin, no hables solo saluda cuando las personas se acerquen a nosotros. --me dijo sin siquiera dirigirme la mirada. como si yo fuera a tener algún tema de conversación con esas personas.

--como usted diga señorita. --conteste con una media sonrisa que obviamente ella no vio.

--el salón era muy hermoso, tenia unos ventanales enormes que daban a un jardín en el cual podía ver una fuente al centro, las paredes eran totalmente blancas y del techo colgaban unas enormes lamparas, al fondo del salón había una orquesta tocando música suave, yo ya me estaba poniendo muy nervioso, me sentía fuera de lugar, trataba de disimular lo mas que podía para que nadie notara que estaba a punto de colapsar, y el echo de que estuviera del brazo con mi jefa no ayudaba, tenia un nudo en el estomago que no podía digerir.

un mesero se acercó a ofrecernos algo de tomar. --quieres beber algo? --me pregunto ella.

--eh si... a-agua. --por dios Jimin contrólate, me regañe a mi mismo.

mi jefa ignoró mi pedido y me tendió una copa de vino.

--señorita yo no bebo. --dije mientras le recibía la copa.

--solo podrías disimular que sabes hacerlo. --me dijo con una sonrisa en el rostro y juro que me dio mas miedo que cuando estaba totalmente seria.

--claro señorita, lo siento. --me disculpe.

la noche transcurría tranquilamente, hasta ese momento no la había regado, gracias a dios sabia comportarme, las personas se acercaban a felicitar a la señorita Han por el aniversario de la empresa, y cuando dirigían su mirada hacia mi ella me presentaba como un amigo, cosa que yo agradecía había personas en la pista de baile, bailaban con la música tranquila que la orquesta tocaba, la señorita y yo estábamos ahí de pie sin hacer ni decir nada, hasta que ella hablo.

--estas autorizado para sacarme a bailar, se ve mal que la anfitriona este de pie como estatua.

--me gire a verla con lo ojos como platos tratando de procesar si lo que había escuchado realmente lo había escuchado.

ella me miro con una ceja alzada. --y bien, no piensas hacerlo? pregunto.

-eh s-si si señorita claro. -con una reverencia le tendí la mano para tomar la suya, y así nos dirigimos a la pista de baile. yo no era un experto bailarín pero al menos no la estaba pisando con mis movimientos torpes, me sentía flotando en las nubes, sentía el momento tan intimo a pesar de no serlo, mis manos posaban en la cintura de mi jefa mientras que las de ella estaban al rededor de mi cuello, podía sentir su profunda mirada en mi, y su aliento rosar sobre mi rostro, la verdad no entiendo el por que estábamos tan cerca el uno del otro, no mi di cuenta de el momento en que paso, pero su rostro estaba tan cerca del mío, podía ver en su mirada un destello de luz que me estaba pidiendo algo que con sus boca seguramente no se atrevía, estábamos tan cerca, su vista viajaba de mis ojos a mi boca al igual que la mía, mi corazón no dejaba de latir, juraba que estaba a punto de salírseme por mi garganta y por un momento, por un pequeño momento creí que estaba a punto de conocer la bendita gloria pero una voz nos saco de nuestra burbuja.

--So-hee?? Han So-hee?

--inmediatamente pude sentir como ella se tenso y nos detuvimos en seco, la mirada llena de luz que tenia segundos antes se había vuelto totalmente oscura. y a pesar que ella ni siquiera se había girado a ver quien le había hablado, el tipo siguió hablando.

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