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★- 12 de Diciembre 2023
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Hoy ya estaba preguntando cuando volvería a trabajar. Fuimos al médico y nos dijeron que iba mejorando, me alegre, pero él más.
Ya estaba haciendo planes de entrenamiento, futuras misiones, rutinas...
Estuvo todo el camino así. Al llegar a casa, le tuve que decir que aún no estaba listo, no por capricho mío, sino porque no lo quiero exponer a más peligro hasta que esté completamente recuperado.
No es cariño, es profesionalidad.
Dios...nada más decírselo vi ese brillo apagarse en sus ojos, esa sonrisa desaparecer. Por primera vez en años, sentí una punzada en mi pecho.
Quería consolarle.
Pero no sabía como, solo le vi irse a su habitación, cerrando la puerta nada más entro. Al final fui con él, no quería dejarle así al pobre, no se lo merece.
Estuve con el un rato; lo vi llorar por primera vez.
Se desahogo conmigo, contándome lo inútil que se sentía, lo débil que se veía en el espejo. Le prometí que mañana le llevaría conmigo a correr por la mañana, también traería unas pesas a casa, algo para mantenerlo activo.
Ahora está en mi cama, dormido como un ceporro...
Quizás, me estoy empezando a encariñar con este chico.
Quizás.
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