Los papeles se invierten en esta historia.
Alyssa Targaryen, melliza de Helaena, la adoración y orgullo de Alicent y Otto Hightower.
¿Podrá Aemond perdonar a Alyssa después de descubrir la verdad?
"No es la puñalada por la espalda la que duele. Si...
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—Mañana, nuestros lores están invitados a una audiencia con tu madre y conmigo para discutir cualquier asunto relacionado con el reino. Creo que lo mejor es mantenerlo en la agenda. Tú y lord Lannister podrán reunirse con ellos y escuchar sus peticiones. Sé compasiva y considerada. Ahora, la sucesión de Driftmark... ¿Alyssa? ¿Estás escuchando?
—Sí, abuelo —respondió, pero en verdad su mente estaba en otro lugar.
Estaban sentados en la sala del consejo hablando sobre la agenda semanal de su padre, el Rey Viserys, estaba distraída. Durante muchos años, había pasado mucho tiempo en esa misma sala, incluso cuando era pequeña, y en ella había dejado volar su imaginación. Pero ahora, ya no era una niña, no, ya tenía obligaciones para con el reino. Y también, tenía a sus hijos.
—Alyssa, es importante que pongas atención —volvió hablar Otto—. La sucesión de Driftmark está más cerca cada día. Han llegado cuervos de Lord Vaemond Velaryon y...
—No entiendo —interrumpió jugando con sus dedos-. Lord Corlys ya tiene a su sucesor.
—Alyssa...
—Y ese es Lucerys Velaryon. Mi sobrino.
Otto Hightower estaba que se retorcía en su asiento. Ella tenía que comprender el orden de las cosas.
—No comprendo tu devoción por ese bastardo, mi niña.
Alyssa lo miró con el ceño fruncido.
—No es devoción, abuelo, es ley.
Aemond, escondido en el pasadizo, rodó su único ojo.
—Olvidas que ese niño le arrebato el ojo a tu esposo.
—Eso no tiene nada que ver con qué le quieran quitar, lo que por derecho, le pertenece —respondió iracunda.
—¿Es por él o por el otro bastardo? —preguntó Otto.
—Sé que sabes que hace años Rhaenyra hizo una propuesta de matrimonio para ti y el príncipe Jacaerys. Tú y él eran muy cercanos, al igual que con Aegon.
