In LOVE with You

Por ti.

Hoy era el día, me había despertado el sonido de mi celular, era Pascale que ya había llegado y yo todavía no me despertaba, que vergüenza, pero aún así en pijama salí a recibirle.

- Hola Pascale - le recibí con un abrazo.

- Hola mi linda Mia como estás?, recién te despiertas debes estar cansada.

- Si ayer acabamos muy tarde con Charles de hacer las decoraciones.

Ví una sonrisa pícara en su rostro.

- Pues les quedó muy lindo.

- Gracias, te importa si te dejo un rato hasta irme a bañar.

- No te preocupes mi cielo ve a bañarte mientras te preparo algo rico para que comas.

- Ayy no sabes cuánto te quiero - deje un beso en su cachete y subí a mi habitación a bañarme.

Tomé una ducha algo corta y me vestí con algo cómodo hasta acabar de arreglar todo para después cambiarme.

Cuando bajé había un olor riquísimo, amaba como cocinaba Pascale, me recordaba a la cocina de mi abuela que por la edad que tiene ni puede viajar hasta Mónaco al igual que mi abuelo pero trato de hablar todos los días con ellos para saber cómo están.

- Esto está delicioso Pascale, de verdad cocinas increíble.

- Gracias mi vida.

Escuchamos un pequeño llanto y supe que Chiara había despertado.

- Iré a traerla.

Subí las gradas y entre a la habitación donde estaba mi hija sentada en la cama.

- Buenos días solecito, vamos que la abuela nos espera abajo.

- Abu Pacal - aún no puede pronunciar bien el nombre.

- Si mi vida, vamos - la tomé en brazos y bajamos.

- Abuuuuu - salto prácticamente de mis brazos y corrió a los de Pascale.

- Como está mi cumpleañera?

- Hemosa - era algo que Charles le enseño a responder.

- Siempre estás hermosa mi reina, la abuela preparó algo para tí. - la sentó en su sillita y colocó un plato frente a ella - pancakes con chocolate.

- Chiii rico

Desayunamos las tres juntas hasta que Charles llegó con el pastes que tuvimos que esconderlo porque Chiara quería comerlo todo.

Una vez todo en orden subí a cambiarme y a hacer lo mismo con Chiara que a pesar de que la fiesta sea de Cars ella quería ponerse un vestido y cuando una niña quiere ponerse un vestido no hay nada ni nadie que le haga cambiar de opinión, así que tuve que ponerle el vestido.

Bajamos ya listas, Chiara hizo una pasarela al frente del papá que como siempre cayó de rodillas ante ella, como hacia crecer el ego de Chiara por dios.

La gente empezó a llegar y salimos al patio para estar con todos.

- Mi vida , llegaste - caminé a João para recibirlo con un beso y un abrazo.

- Hola mi amor - me devolvió el beso y levantó un regalo que tenía en su mano - traje esto para Chiara.

- Gracias mi vida, no tenías que molestarte, ven vamos a dejarlo adentro - tomé su mano y nos lleve en el interior de la casa para dejar el regalo junto a los demás.

Los chicos empezaron a llegar, Lewis, George, Carlando, Arthur, Max y todos llegaron cada uno con un regalo más grande que el anterior.

La casa estaba llena de gente y niños corriendo por todos lados.