Romance Adolescente ❥ SEBASTIÁN CÓRDOVA

3|Una más?

— Ale ya te había dicho que no te acercarás a el —

— ¿Pero que tiene de malo? Es un gran chico y me trata re bien —

— Es que ya pasó un caso similar con el, no quiero que pase contigo —

— ¿Que paso? —

— El se metió con la hermana de uno de sus amigos y al final le terminó rompiendo el corazón, o bueno esa es la versión que nos dio el hermano, osea nuestro amigo, que es la más contundente. —

— ¿No escucharon la versión de Sebas? —

— No tenía caso escucharla —

— ¿Eso hace cuánto fue? —

— Hace 4 años —

— Déjate de boludeces eso paso cuando el tenía 8 años, que idioteces, era un nene no sabía lo que hacía, ahora tiene más conciencia, que estúpidos son —

Luis se sorprendió por la respuesta de Ale, la cual tenía razón, era un niño pequeño que tal vez no entendía muy bien el significado de amor, al igual que la niña.

— ¿Cómo se llamaba la niña? —

— Regina —

— Uhh lo que faltaba, no puede ser que estúpidos son —

Ale se fue totalmente indignada a su cuarto, no quería saber más de nadie. A la mañana siguiente se encontraba en uno de los pasillos de la secundaria, inscribiéndose para participar en los villancicos de la secundaria, ahí se encontró a Sebas.

— Hola Sabi —

Saludo con voz dulce

— Hola Sebas —

— ¿Te estás inscribiendo? —

— Si, creo que será divertido —

Ale le entrego el bolígrafo a Sebas para que escribiera su nombre en la hoja, este mismo le tocó la mano de forma coqueta a Ale, ella simplemente se chivio y se sentó en una banca de por ahí para degustar su alimento, Jacqueline no había venido, así que no pasaba tiempo con nadie, pues su hermano se encontraba jugando cualquier deporte en el recreo, con razón estaba así de flaco. Sebas se sentó junto a ella, para platicar lo sucedido el día anterior.

— ¿Que le pasó a Luis ayer? —

— Agh déjalo, es un idiota —

— ¿Por qué no quiere que esté junto a ti? —

— Dijo que tú ya habías lastimado a alguien antes —

— Se a lo que se refiere, eso fue hace 4 años ¿En serio recuerda eso? Aparte yo no la lastime, solo me defendí, ella me insistía y yo no quería nada con ella, por qué recalcó, solo era un niño —

— Lo sé y te creo, no quiero separarme de ti, eres una de las únicas personas que realmente me gusta estar a su lado —

Sebas sonrió, contento, el se sentó al lado de ella para también comer, compartían alimentos hasta que sonó el timbre para volver a los salones. Apenas sonó el timbre de la salida, Luis ya se encontraba en la puerta de salida, esperándola para que no se fuera de nuevo con su amigo, y así fue, se fueron a su respectivo hogar, todo el camino fue incómodo, pues Ale no le interesaba en absoluto hablar con su hermano. Se pasó lo que quedaba del día en su habitación, pero su hermano no, necesitaba hablar seriamente con su amigo.