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Osvaldo

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Osvaldo

Estacioné mi auto frente a casa de Aldo mientras cantaba una de mis canciones favoritas, envié un mensaje a mi amigo diciendo que estaba afuera y en cuanto respondió salí y me dirigí a la puerta de su casa. El pelinegro abrió antes de que pudiera tocar el timbre y me saludó rápidamente.

-A la verga, ¿venías volando o qué?

-No, wey, pues normal en carro- respondí rápidamente.

-Es que te tardaste bien poquito, wey.

-Pues no vivimos tan lejos, pendejo.

-De todos modos, no mames.

-Aldo, deja que Osva pase- escuché la dulce voz de la madre del moreno- Y cuida tu lenguaje.

Aldo se hizo a un lado, dejándome pasar, saludé a su madre y él cerró la puerta.

-Ya ves, Aldo, cuida tu lenguaje, men, tienes que ser educado frente a tu mamá.

-Cállate, que eres peor de mal hablado que yo.

-Que mentiroso, eh.

-Ay, sí, ajá.

-¿Quieres algo, Osva?- miré de nuevo a la madre del pelinegro.

-No, señora,  muchas gracias, ya nos vamos.

-Tenemos que esperar a Valentina, wey- interrumpió Aldo.

-Ah, perdón, pensé que ya estaba lista.

-Lo estaba, pero es que acaba de terminar con su novio, wey, entonces le quiero dar espacio lo más que se pueda.

-¿Terminaron en la mañana?

-No, hace como cinco minutos.

-Ah, no te pases, que ojete.

-Sí, pero la neta el wey se lo merecía, ¿verdad, ma?- la señora asintió.

-Ese chico nunca me cayó bien- dijo cruzándose de brazos.

-¿Ves? A nadie le caía bien, nada más a Valentina.

-Tsss, que feo, men, ¿pero ella está bien?- se encogió de hombros.

-Digamos que 50-50.

-Bueno.

-¡Aldo, ¿viste dónde quedó mi maquillaje?!- escuché la voz de quien supuse era Valentina, la hermana de Aldo.

-¡En mi cuarto en el escritorio, wey!- gritó el pelinegro en respuesta.

-¿Y tú qué traes?- pregunté mirando a Aldo- Te ves medio enojado.

-Nada, es que me preocupa mi hermana y que el idiota ese vaya a hacer algo.

-¿Por qué crees que va a hacer algo?

-Porque está pendejo y piensa que mi hermana es de su propiedad.

-Uy.

-Mhm, la verdad es que no me quiero separar de ella ahorita.

-Y si tomas en cuenta que se ve muy linda hoy y que Aldo está celoso de que alguien se le vaya a acercar, peor- reí ante el comentario de la señora.

-¡Mamá!

-¡Hijo!

-No estoy celoso.

-Sí lo estás.

-No, nada más que tu hija tiene un pésimo gusto en hombres y no quiero que se vuelva a juntar con otro estúpido, ¿verdad, Osvaldo?- me encogí de hombros.

-A mí ni me metas, wey, yo le creo más a tu mamá, la neta.

-Oh, que la fregada.

-No conozco a tu hermana, a mí qué me dices.

-Cierto.

Y tenía mucha razón, en este año siendo amigo de Aldo lo he visitado bastante y viceversa, sin embargo, jamás había tenido la oportunidad de convivir con su hermana, por lo que sólo la conocía por las historias y descripciones del pelinegro. Parecía alguien muy dulce y extrovertida, pero no podía decir nada más que eso sin haber hablado alguna vez con ella por lo menos.

-Lista, ahora sí podemos irnos- miré a mi derecha.

Espero que les haya gustado mucho <3.

Espero que les haya gustado mucho <3

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just friends || El MarianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora