¿Debería Declararme?

¿Qué Puedo Hacer?

Era otro día en la pista de Monza,todos los corredores estaban entusiasmados,especialmente aquellos que pertenecían a la academia de cierta escudería italiana. Pero había una persona que se encontraba más nerviosa que emocionada y ese es nada más ni nada menos que el joven piloto omega italiano kimi Antonelli(mejor conocido por algun@s fans como la reencarnación de senna)quien se encontraba dando vueltas en su habitación de piloto,al mismo tiempo que esta era invadida por el aroma de naranja y miel,mostrando los nervios del menor,acompañado de su gran amigo lorenzo fluxa el cual solo se estaba riendo estrepitosamente de la situación de su pequeño amigo,para amigos asi,para que quiere uno enemigos

—¡Lorenzo!,¿podrías dejar de reírte,por favor?,esto es serio—dijo un ya exasperado Kimi,quien solo se estaba poniendo cada vez más nervioso y las risas de su amigo no lo estaban ayudando en lo absoluto

—Lo siento es solo que...jajajaja,es demasiado ilarante—dijo el beta castaño tratando de calmar su respiracion(y risas fallando miserablemente en el intento)

—No,no lo es absoluto,si te traje para acá es para que me ayudes con mi problema,no para que burles de el—respondio el italiano con un tono nervioso

—Ya,esta bien dejare de reírme pero no deja de parecerme gracioso,quiero decir,si te gusta Bianca solo dicelo,no creo que sea tan complicado—el beta en serio quería ayudar a su amigo,pero no lograba entender porque simplemente no se le declaraba a la alfa y se evitaba todo esto

—Es más fácil decirlo que hacerlo,esta es la primera vez que me gusta alguien y no quiero arruinarlo,ademas de que tampoco quiero que nuestra amistad cambie,si es que ella me rechaza o algo asi—dijo kimi con suspiro cansando mientras se sentaba en sillon de la habitación,pudo sentir a su omega ayudar de dolor en su interior,ante la posibilidad de que la linda alfa morena puediera rechazarlos o peor aun terminar su amistad

—Oye,cálmate,eso no va a pasar ella te quiere mucho,demasiado diria yo,no creo que deje de ser tu amiga por algo como esto—dijo el mayor hacercandose hacia el omega y tomando haciento junto a el,tratando de levantar los ánimos del menor

—No lo sabes,¿qué tal si las cosas se vuelven muy incómodas entre nosotros y decide terminar nuestra amistad? O ¿que tal si ella...decide alejarse de mi solo porque no le gusto?,no quiero perder a mi amiga, yo...no...—la voz del italiano comenzó a romperse poco a poco dejando la oración a medias,sintiendo caer las lagrimas que ya se habian acumulándo en sus ojos para seguidamente cambia su aroma pasando de nervios a tristesa,la sola idea de que podría perder a la mayor lo aterraba tanto a el,como a su lobo

—Oh,Kimi,ven aqui pequeño,ojalá tuviera un aroma para poder ayudar a calmarte,pero solo puedo ofrecerte un gran abrazo de mejor amigo—dijo mientras atraía al menor a su pecho para abrazarlo,Lorenzo nunca tenia problemas con su casta,la mayoría de las veces le gusta ser un beta pero eran momentos como estos en los que le hubiera gustado ser un alfa o un omega para poder usar su aroma para consolar a Kimi cuando estaba triste

—Esta bien,tus abrazos son suficiente para mi—dijo el omega devolviendo el abrazo,en serio agradecía tener un amigo como Lorenzo para ayudarlo en sus momentos más difíciles

Antes de que lorenzo pudiera decir algo, escucharon unos golpes provenientes de la puerta,ambos amigos se miraron extrañados por unos segundos,se supone que nadie se encontraba en el lugar,dado que todos o al menos la mayoría de sus compañeros habían decido aprovechar esos días libres antes del jueves para poder recorrer la ciudad y relajarse,el equipo los habia invitado a estar con ellos pero ambos decidieron quedarse en la pista un poco mas aprovenchando que aun estaba abierta,así que con un poco de duda ambos se separaron lentamente y se levantaron del sillón para poder abrirle a sus visitas ,encontrándose del otro lado de la puerta a sus compañeros Arthur Leclerc y Ollie Bearman,ambos con una mirada preocupada que sólo creció al ver los ojos del menor rojos por las lágrimas