El deseo de amar para siempre

C A P I T U L O 1

-Mierda- salí corriendo hacia el baño, otra vez tenía ganas de vomitar, Lev apareció detrás de mí y me agarro el pelo.
-¿Estás bien amor?- lo mire fulminante, tenía acaso cara de estar bien?- bien, perdón, perdón, fue una pregunta estúpida, querés que te traiga agua o algo?- asentí -vale, ya vengo- me dio un beso en la cabeza y luego salió hacia la cocina. Me puse de pie frente al lavamanos y me miré al espejo
-¿Qué demonios tengo?- susurre para mí misma, estar tan indispuesta, me ponía de mal humor, agarre mi cepillo de dientes para intentar espantar el horroroso sabor qué permanecía aún en mi boca.
-Mira vida- llego lev al rato encontrándome sentada sobre el váter
-Gracias- susurre recibiendo el vaso
-Dall, esto ya me está preocupando, debemos ir al médico, ya llevas varios días así- puse mala cara, en el fondo sabía que tenía mucha razón, pero detestaba ir al médico
-Solo unos días más, voy a estar bien, en serio- cerró los ojos y suspiró.
Ese día por la tarde me encontraba en su moto de camino al médico.

-Bueno Dallian, estás bien, no tienes rastro de ningún problema de salud- dijo el médico luego de la consulta  -ahora, Dally, ¿podrías contestarme algo?-
-Claro Doc.-
-¿De casualidad no habrás tenido recientemente un retraso en tu regla?- había estado tan ocupada que me había olvidado por completo
-¿Qué día es hoy?-
-Enero 30- me respondió Lev
-Bueno, ahora que lo dice, sí, pero solo de unos 2 o 3 días-
-Ya veo… Bueno, vómitos frecuentes, dolores de cabeza, micción frecuente, cambios de humor, sensibilidad en los pechos, altas temperaturas… ¿Han considerado la posibilidad de un embarazo?- Lev y yo quedamos helados, sería posible? Lo volteé a mirar entre espantada e ilusionada, él me miró plagado de emoción.

El doctor ordenó exámenes de sangre que realizamos esa misma tarde, habían pasado 15 minutos desde que me habían sacado sangre, dijeron que no demorarían más de 30 minutos en salir los resultados.
-¿Cómo te sientes?- me pregunto Lev al verme tan aislada
-Bien- le sonreí con poca sinceridad
-Princesa, no me mientas, te conozco- lo miré a los ojos intentando mantener mi sonrisa, más esta se desvaneció ante él, dejándome completamente desnuda, indefensa.
-Solo tengo algo de miedo, yo sé que ya habíamos pensado en tener hijos, pero ahora se siente distinto, es distinto cuando es prácticamente un hecho… ¿Y si no logro ser buena madre? Yo no quiero que ese ser sufra debido a mí, no sé cómo es una mamá, mis padres siempre estuvieron ausentes… ¿Cómo se supone que no sea todo un desastre?- Tomo mi mano y empezó a dibujar diminutos círculos con su  pulgar
-Amor, no eres tus padres, jamás lo serás, el hecho de que te preocupes por esto, aun antes de saber siquiera si estás embarazada es una muestra de aquello, es una muestra de que desde ahora te estás esforzando en no cometer esos errores, y eso es suficiente. Ahora, entiendo que es abrumador, es algo hasta cierto punto sorprendente, sé que no estabas preparada, y está bien, si no lo estás… Quiero que sepas que tienes todo el derecho de decidir si tener a ese bebé o no, bueno… En caso de que haya alguno aquí- toco mi estómago con sus dedos haciéndome cosquillas, reí descontrolada -el punto es que te voy a apoyar en la decisión que tomes, y si no te sientes preparada está perfecto y es muy válido… No creas, yo también me encuentro nervioso, esta situación trae consigo muchas cosas que en absoluto se deben tomar a la ligera, soy consiente de ello, y no te miento, es aterrador, pero sé qué tú y yo podemos con lo que sea, sé que somos tú y yo contra el mundo, y eso es algo qué jamás nadie va a vencer- mierda, siempre sabía exactamente qué decir, mis ojos se habían aguado
-¿Alguna vez te he dicho que tienes la magia de decir lo correcto en los momentos más indicados?-
-Mil veces…- sonrió para mí
-Pues que sean mil y una, Lev tienes la magia de decir lo correcto en los momentos pas indicados- sonreí -creo que a pesar del miedo y la incertidumbre y el montón de cosas que podrían salir mal, quiero intentarlo, quiero dar este paso, yo aún tengo mucho miedo, pero siento que es lo correcto, además te tengo a ti…- su mirada fue intensa, brillante y amorosa
-Siempre me vas a tener- me abrazo por los hombros y me recostó en su pecho. Poco rato después me llamaron.

-Señorita, sus resultados- me dijo muy amable la enfermera
-Gracias- respondí nerviosa, Lev estaba a mi lado, me abrazaba cariñoso por la cintura -¿querés que lo abramos en casa?-
-¿Mujer, pero tú quieres matarme de los nervios?- reí suavemente
-Tal vez…-
El papel que tenía en mis manos podía definir muchas cosas en mi vida, podría significar un cambio total y radical, estaba lista para asumirlo, no lo sabía, pero algo de lo que sí estaba segura era que pasara lo que pasara, así el mismo mundo se estuviese acabando, aquel pelinegro ondulado iba a estar conmigo.
Me pare frente a él, abrí el sobre y saque la hoja de papel
-¿Qué dice?- pregunto el exasperado
-… No sé, es que no encuentro donde pone los resultados- me empecé a reír, qué desastre
-Dame eso- me quito la hoja de la mano, la cara que hizo me puso nerviosísima  -esta cosa pone colesterol elevado-
-¿Ah?- revisé el sobre, “Graciela Garzón” decía - creo que esos exámenes no son nuestros- le mostré él sobre
-LA VIDA ME QUIERE MATAR DE IMPACIENCIA- tiró los papeles al suelo
-Cálmate mi vida- reí por lo bajo y lo abracé dejando un beso en sus labios, luego recogí lo que Lev había tirado -señorita, qué pena molestarla, es que me entrego los resultados equivocados- le mostré él sobre
-Ay, disculpe usted las molestias, un momento por favor- no pasaron 5 minutos cuando la enfermera volvió -vale, creo que estos si son, Dallian ¿verdad?- asentí y verifique el sobre, luego me dirigí a mi esposo
-Dame eso- dijo al borde de la desesperación, se lo pasé, casi despedazo el sobre, luego tomo el papel, los nervios me dominaban
-¿Qué dice?-
-Espera, estoy leye- se quedó helado, me miró sobre la hoja -positivo- susurró, salto hacia mí y me abrazo, me levantó del suelo y empezó a dar vueltas conmigo - VAMOS A SER PADRES DALLIAN- las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, verlo tan emocionado, saber que había un diminuto ser creciendo en mí, eran muchas emociones a la vez
-Te amo Lev- dije plagada de incertidumbre y emoción
-Te amo mi Dall hermosa, te amo- dijo para luego besarme.