Estonia y Finlandia estaban paseando por la calle, era un día soleado, ambas iban cogidas de la mano cuando vieron una tienda de disfraces.
- Fin - dijo la estonia - ¿podemos entrar? - dijo con clara ilusión en sus ojos.
- No - dijo la finlandesa.
- ¿Por qué?
- Porque no - volvió a responder
- Fin... Nadie te conoce en tu apariencia humana, no va a pasar nada malo.
- He dicho que no - dice seria y firme.
- Me recuerdas a mi padre - dice "molesta" Estonia
- He cambiado de idea, vamos a disfrazarnos - dijo Finlandia, a lo que Estonia sonrió, había conseguido que su pareja cambie de opinión.
Estonia sonrió triunfante.
Media hora después, ya se habían probado varios trajes.
- No quiero salir así- dijo Finlandia
- Me da igual, tienes que salir - dijo la estonia, se escuchó un suspiro de la finlandesa, Estonia tenía razón.
Suspiró cansada, estaba decidido, por muy bochornoso que sea, lo hará por Estonia. Salió del probador con unas orejas de gato y una cola, también de gato.
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- Te ves adorable - dijo la estonia contenta.
- Si si, como sea, tu turno - dijo la contraria.
Estonia trago en seco, cogió unas cuantas de cosas y entro al probador.
Al salir, se pudo observar una estonia con traje de maid (creo que se escribe así).
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Finlandia se sonrojó al verla, mas, eso no quitó que le hiciera alguna broma
- Ahora tengo una nueva criada - dijo con una sonrisa en la cara.
Sin que ninguna se diera cuenta, ambas le echaron una foto a la contraria. La única diferencia, Finlandia, para molestar un poco, le mando la foto a Rusia diciendo lo siguiente:
<< Ahora me obedece a mí >>
Dejando así a un ruso molesto por el otro lado de la pantalla.
Por favor, imaginaros que son humanas, es para que se sepa quién en quién
