Mi vida se basa en malas decisiones.
Y aún con todo en lo que me he equivocado, llegué a la conclusión de que podria estar mucho peor.
Tengo veintitantos años, todavía recuerdo la adolescencia como una etapa bonita pero dura, por qué a veces odio lo que tuve que pasar en esos momentos, pero por otro lado no puedo evitar sentir cierto cariño por la nostálgica forma de sentir las cosas con una intensidad inmensurable que tiene uno a los 16.
Pero es una época que ya abandone hace bastante, y ahora soy toda una adulta pensando en si el siguiente gobierno por fin va a hacer un poco bien las cosas, y si eso va a ser suficiente para poder vivir mi vida con algo de previsibilidad a futuro.
Odio las dudas, pero a la vez soy una persona que se espanta cuando le toca resolver, decidir, hablar.
Es... Complicado.
Pero en fin, que más podría decirles a ustedes que no sepan, si están en la época de veinteañeros. Estamos todos en la misma etapa, estamos todos en un barco que parece hundirse constantemente.
Un Titanic de la vida, dónde todo parecía ir bien, a su destino, todo muy bonito, uno todo ilusionado pensando que puede ser esa persona especial que en la juventud todos queremos ser ..
Miren, que quien no quiso ser Messi a sus 13? O una Ariana Grande a los 15?
Y luego entras a los 20, y Pum! Te das con el Iceberg de frente. No tenes habilidades extraordinarias, no sos sobresaliente en ninguna materia, ni tampoco lo suficientemente lindo o carismático como para destacar entre las multitudes.
De repente, te empieza a parecer atractivo un trabajo medianamente bien remunerado que te permita independizarte o al menos aportar al hogar. De repente, sabes que es a lo que mas uno puede aspirar.
Pero no es el fin del mundo, quiero decir, la mayor parte de la gente no es especial, y no tiene nada de malo no haber Sido tocado por la varita de ese Don.
Quiero decir, mucha gente "no es especial" y aún así es feliz.
Pero en el momento en el que lo procesas y lo aceptas, pues... Si es duro.
