1001 Cuentos de Wedgie

El Cuarto Oscuro

Dahlia fue retenida sin explicaciones, pues se encontraba encapsulada en su habitación desde una fase temprana de la mañana, cuando fue despertada.

Se la privó del teléfono y fue atendida decorosamente por su casera, quien le trajo el desayuno a la cama, como a diario acostumbraba. Esta se disculpó con ella, antes de ordenarle que bajo ninguna circunstancia tenía permitido salir de su habitación.

Era la primera vez que ocurría algo así. Dahlia esperó con extrañeza una aclaración por parte de Barbara, su casera. Pero, sin mas, se retiró, bloqueando la puerta mediante un candado.

Levantóse inmediatamente después de oír el golpe del cerrojo. Caminó hacia el portal y llamó a Barbara, mas no obtuvo respuesta. Desconcertada, golpeó la puerta con más fuerza, pero el silencio persistió.

Vista la ineficacia de su llamado, decidió volver a su cama con el objetivo de encontrar su celular, pero este se le fue extraído por su casera.

Encontró una carta, la cual acompañaba su desayuno, particularmente más abundante y variado por esta peculiar situación.

Dahlia leyó con atención:

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Estimada Señorita, K. Dahlia.

Por medio de la presente, y en virtud de las normativas establecidas por esta entidad, le notificamos que usted ha sido designada como la responsable primaria de la reparación y restauración de una máquina de vital importancia para el funcionamiento de nuestras operaciones.

Lamentablemente, debido a la naturaleza burocrática de nuestros procedimientos, no nos es posible proporcionarle detalles concretos sobre la naturaleza o función específica de la máquina en cuestión. Sin embargo, es de suma importancia que comprenda la urgencia y la gravedad de la situación.

Se le insta encarecidamente a que proceda de inmediato con la reparación de la mencionada máquina, sin demora ni cuestionamiento. Su falta de conocimiento sobre el dispositivo no exime su responsabilidad en su restauración.

Cabe destacar que el incumplimiento de esta notificación podría resultar en consecuencias legales y disciplinarias. La máquina en cuestión es de vital importancia para el funcionamiento continuo de nuestras operaciones, y su restauración es imperativa para mantener la integridad y eficacia de nuestro sistema.

Le recordamos que es su deber como empleada cumplir con las directivas emitidas por esta entidad, independientemente de su comprensión o falta de la situación.

Quedamos a la espera de su pronta acción y cooperación en este asunto.

Atentamente,

P. Dalton, Rafael
Gerente de Operaciones
~ Costure S.A. ~

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El artefacto se encontraba desarmado debajo de su cama.
Aunque a simple vista parecía un extenso caos de componentes, ordenados en finas capas, la simplicidad subyacente estaba en la disposición casi poética de los mismos.

Era una suerte de estructura metálica con un asiento platinado en su parte superior. Sus correas, dispuestas con precisión, parecían más bien ofrecer un apoyo firme y seguro. El respaldo del asiento exhibía un extraño dispositivo hidráulico con forma de cilindro que, desde una perspectiva inexperta, podría pensar que su utilidad es el masaje de la zona lumbar.

Contenía, además una bomba de calor hábilmente integrada en el asiento que, según parece, permite ajustar la temperatura. Aunque en apariencia, los pequeños picos dispersos en la superficie del asiento parecen un detalle decorativo más que funcional, añadiendo cierta textura visual.