Corazón Encrucijado // KookMin

07 ♡

Jungkook estaba cansado, cansado de sentirse vacío, cansado de extrañar a Jimin y a Minho, cansado de sentirse solo. Así que decidió hacer un cambio

Comenzó a salir más, asistir a fiestas y a conocer a nuevas personas, se permitió disfrutar de la noche, de la música, de la compañía de extraños, se permitió olvidar, aunque fuera por unas horas el dolor que llevaba en su corazón

Al principio, se sentía extraño, no estaba acostumbrado a este tipo de vida, a esas noches de desenfreno, pero con el tiempo, comenzó a disfrutarlo, comenzó a disfrutar de la libertad que sentía, de la emoción de lo desconocido.

Pero a pesar de su nueva vida, a pesar de las fiestas y las nuevas experiencias, Jungkook no podía olvidar a Jimin ni Minho, cada vez que veía una familia, cada vez que escuchaba una canción que le recordaba a Jimin, el dolor volvía.

Así que comenzó a beber, al principio, solo era un par de tragos para relajarse, pero pronto, se convirtió en una forma de olvidar, de adormecer el dolor que sentía

_Jungkook para ya, estás muy borracho_ le dijo su amigo Hoseok tratando de quitarle la botella casi vacía

_deja de joder Hoseok y lárgate a cogerte a Tae_ hablo bruscamente, alejándose de su grupo de amigos que lo miraban preocupados

Jungkook sabía que no era la solución, que no podía seguir así para siempre, pero por ahora, era lo único que le ayudaba a sobrellevar el dolor

Se paro a un lado viendo a todos bailar, hasta que su atención se fue en un chico que no dejaba de verlo y sonreír_uno más o uno menos, que más da_ se acercó al chico _ ¿por qué tan solo preciosura?_ habló coquetamente

_esperando que alguien guapo se acerque a mi_ el coqueteo e intensidad en sus miradas empezó a aumentar

_espero que conmigo estés satisfecho_

_más que satisfecho_ no hubo necesidad de más palabras y empezaron a besarse _vamos a tu casa_ salieron de la discoteca rumbo a casa del pelinegro

Entre tropezones llegaron a su habitación donde las ropas desaparecieron y Jungkook se adentro al cuerpo del chico que ni siquiera sabía el nombre pero muy poco le importaba, porque al final, de nada servía preocuparse de algo más