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Ubicación: Nueva Orleans🚩 Año: ¿?
A las afueras de Nueva Orleans, una casa se ubicaba entre el bosque lo mas alejada posible.
Como si estuviera escondida
Una castaña veía el cielo oscurecerse mientras abrazaba sus piernas contra su pecho, teniendo a lo lejos una mirada de melancolía, sus ojos mostraban un anhelo.
De repente, unos pasos interrumpen su melancolía, la castaña voltea a su derecha observando a sus hijos acercarse con grandes sonrisas.
—¡Mama! —exclamo un pequeño rubio de 7 años lanzándose a los brazos de la castaña que lo recibió con una gran sonrisa— ¡Hope no me quiere dar galletas!
La castaña alzo la vista para ver a su hija mayor hacer un puchero.
—Mami no le creas —la adolescente lanza sus ojos de cachorro a los que ella era débil.
Si, porque Davina Claire era débil ante los ojos de sus hijos, esos ojos azules verdosos que habían heredado de su padre.
Esos ojos que le traían tantos recuerdos...
—Mis amores —la castaña atrae a ambos a sus brazos dándoles un beso en la frente a cada uno— ¿no estaban durmiendo ambos ya?
Y así, ambos hermanos se rien nerviosamente.
—No podemos dormir mami —el pequeño rubio sonríe con inocencia.
—¡Mentira, Henrik me levanto, es el quien no puede! —Hope Mikaelson señala indignada
Henrik Mikaelson jadea con falsa indignación a lo que Davina no puede evitar rodar los ojos.
Era tan parecido a su padre que dolía...
Mientras ambos hermanos discutían quien tiene la razón, Davina no pudo evitar tener un deja vu, un recuerdo que su alma y corazón atesorarían por siempre.
Un recuerdo de nosotros lobo malo, piensa con tristeza la castaña.
—Niños —la castaña sale de su trance parando la discusión, ambos la ven atentos— hagamos un trato.
Eso despierta el interés de ambos.
—Continua —Hope se cruza de brazos.
—Vamos arriba a dormir —ambos niños se quejan— y mañana los llevo a ver al tio Elijah.
Ambos hermanos se detienen mirando a su madre con una gran sonrisa, Elijah Mikaelson, su tío favorito estaba de regreso.
—¿El tio lijah esta aquí? —Henrik abre los ojos en grande.
Davina asiente con una pequeña sonrisa, ante eso Hope chilla emocionada como Henrik asiente rápidamente.
—Llego ayer al recinto —Davina se levanta cargando a Henrik mientras Hope la sigue— pasara Navidad con nosotros.
Hope salta emocionada— ¡Si!
— Trato —Henrik asiente felizmente.
Hope podía ser la mayor, pero Henrik era el que tenia una gran fuerza de liderazgo, un instinto de proteger a su familia con fuerza.
Rebekah Mikaelson decía que de tan padre, tal hijo.
Y no se equivocaba, Henrik Mikaelson era una copia fiel de su padre, de Klaus Mikaelson.
—¡Pero cuéntanos una historia! —Hope suplico mirando con ojos de cachorro a su madre.
—¡La del lobo feroz y la valiente bruja! —Henrik salto apoyando a su hermana.
Davina detuvo un momento sus movimientos antes de seguir acomodando su cama mientras sus hijos se metían en la cama de ella.
El lobo feroz y la valiente bruja era la historia favorita de sus hijos años atrás, tenia 2 años que nadie la mencionaba, nadie la pedía.
No desde su muerte, desde que el se fue...
No, porque esa era su historia, una historia que empezó por odio, poder y muertes, que dio un único fruto bueno...
dos retoños que la miraban esperanzados esperando esa historia...
—Bien —sonrió suevamente Davina— pero después a dormir..
Ambos niños chillaron asintiendo, la castaña tomo un libro de dibujos antes de mirar a sus hijos y comenzar...
"Había una vez, un hombre lobo que luchaba por proteger a su familia de todos, y una valiente bruja que buscaba una familia...."
