Con Rex listo, nos dirigimos a la playa, ansiosos por continuar mis intentos de volar. A pesar de nuestros esfuerzos incansables, parecía imposible encontrar ese misterioso "interruptor" que Rex había mencionado. Después de innumerables intentos infructuosos, Rex compartió una idea en secreto con Alex y Chip.
Chip trató de calmarme en lugar de explicarme que pasaba
— Rayi, tranquila. —susurró en tono tranquilizador. Mientras tanto, Rex y Alex se acercaron a mí, sus rostros reflejando determinación.
—Rayel, hemos estado trabajando contigo durante más de una semana, y aún no puedes activar tus alas. Necesitas un impulso más poderoso para conectarte con tu magia. Aunque te hayas negado antes, creemos que es necesario. — Alex habló con una sonrisa en su rostro mientras avanzaba hacia mi junto a Rex.
La ansiedad se apoderó de mí
— ¿Un impulso? ¿Qué planean? —Pregunté con voz temblorosa mientras retrocedía unos pasos, observando cómo se acercaban con un aura de misterio.
En ese momento, Rex y Alex actuaron al unísono, tomando mis brazos y elevándome del suelo. Mis sentidos se inundaron con una mezcla de emoción y miedo cuando me vi suspendida en el aire por sus acciones sorpresivas.
Confundida y llena de temor
— ¿Qué están haciendo? —Grité confundida y llena atemorizada a la vez que los chicos comenzaban a correr y, de repente, desplegaron sus mágicas alas para volar.
El pánico se apoderó de mi y se intensificaba a la vez que agarramos más altura
—¡Está muy alto! ¡Bájenme! ¿Que hacen? —Gritaba mientras mis músculos se volvían mas rígidos por miedo a resbalar y caerme
— No te preocupes, te enseñamos a usar tus alas.—Respondió Alex con una sonrisa enigmática mientras él y Rex continuaban elevándome en el aire.
A medida que ascendíamos, la vista desde lo alto de la playa y la ciudad se volvía majestuosa. A pesar del miedo, no pude evitar apreciar la belleza del paisaje único que se desplegaba ante mis ojos. Disfruté de esa vista con una sensación de asombro hasta que Chip me interrumpió gritando desde el suelo:
—Necesitas conectar con tu magia de manera más intensa, Ray. Un descenso abrupto podría provocar esa conexión. —dijo Rex con calma.
Mis ojos se abrieron aún más ante la perspectiva del descenso abrupto que me esperaba.
— ¿Un descenso abrupto? ¿Están locos? —Grité con alarma y desesperación, retrocediendo mientras observaba a Rex y Alex acercarse aún más.
— Te soltaremos Ray. —Rex añadió con una determinación tranquila
La sorpresa y el miedo se apoderaron de mí cuando exclamé:
—¡¿QUÉ? Mi voz reflejaba mi sorpresa mientras mis manos se aferraban desesperadamente a ambos chicos, en un intento frenético por evitar ser liberada.
Alex y Rex comenzaron a contar regresivamente del 3 al 1 con una mirada decidida. Solo pude reaccionar con un grito de espanto mientras me soltaban de repente.
Una ráfaga de viento envolvía mi cuerpo mientras caía en picada, el sonido del aire y mis propios gritos llenaban mis oídos. La playa se veía diminuta, como un tapiz borroso que se extendía bajo mis pies. Mi corazón latía con fuerza, y a pesar del miedo, experimentaba una sensación de lo insondable. Era como si el mundo hubiera cambiado de perspectiva, y yo, suspendida entre el cielo y la tierra, encontraba un nuevo sentido de libertad.mEntonces, un calor intenso comenzó a recorrer todo mi cuerpo, y noté cómo una fuerza en mi espalda hacía que aparecieran unas alas moradas. Todo esto ocurrió en menos de un segundo, pero puedo describir la sensación paso a paso con gran detalle. Esta experiencia me provocó una sensación indescriptible de bienestar y asombro. Sin embargo, mi falta de coordinación me hizo tambalear en el aire. Desesperada por alcanzar el suelo, incliné mi cuerpo hacia abajo en un intento torpe de volar en dirección a la playa. Mis movimientos eran descoordinados y torpes, y mis alas volvieron a esconderse, lo que provocó un nuevo grito de alarma.
Rex voló hacia mí con destreza y me atrapó antes de que cayera, poniéndome a salvo en la arena con su suave agarre.
— ¿Creías que íbamos a dejar que te hicieras daño? —Dijo Rex con una sonrisa de alivio en su rostro.
Furiosa por la experiencia de ser soltada en pleno vuelo, los miré con enojo y exclamé:
— ¡¿Qué les pasa?! ¡Casi me matan!
Rex y Chip, reconociendo la gravedad de la situación, se apresuraron a disculparse conmigo y explicaron que consideraron esa acción como la única manera de activar mis poderes y hacer que aparecieran mis alas.
— ¡Ay Rayi, lo siento!, pero pensamos que era la única manera de que descubrieras — tus alas —dijo Rex sinceramente.
Fue mi idea, creí que era mejor si te agarrábamos por sorpresa, porque no querías caer desde lo alto, pero los otros métodos no funcionaba, y esta era la unica forma. —agregó Rexcon una expresión preocupada.
En ese momento, Alex interrumpió la disculpa, defendiendo su elección con una mirada desafiante.
— Yo solo intentaba ayudar. ¿No ves que ahora puedes volar? —Insistió con firmeza.
Su comentario tan soberbio hizo que la furia volviera a envolverme, provocando que respondiera de manera más agresiva
— ¡¿Ayudar?! ¡Pues si quieres ayudar, entonces primero explica que vas a hacer! no me agarres y me avientes así como si nada, eso no es "ayudar" — dije mientras me acercaba a el de manera retadora.
La discusión se intensificó, y las palabras se convirtieron en ráfagas de emociones en la tranquila playa que minutos antes había sido testigo de un fenómeno mágico. Con la furia aún recorriendo mis venas, observé a Alex, quien sostenía su posición sin vacilar.
— ¡Me soltaste desde el cielo!, ¡podía haberme lastimado gravemente! — Exclamé indignada, mis ojos lanzaban chispas de enojo.
Alex, cruzando los brazos con determinación, respondió con frialdad — Si no lo hubiera hecho, seguirías sin recordar cómo usar tus alas. ¿Prefieres seguir sin saber quién eres realmente? Esto era lo necesario.
Indignada, repliqué con sarcasmo:
— ¡Oh, claro! Casi matarme era lo "necesario".
— ¡No seas tonta! No íbamos a dejar que cayeras y te lastimaras, Rex y yo estábamos listos para atraparte en caso de que las cosas no salieran bien, ¡y así fue! —Argumentó Alex aún más alterado.
— ¡Solo digo, que si me hubieran dado una explicación antes, podría haber entendido!
Esta vez no obtuve respuesta, Alex me dio la espalda, extendió sus alas y voló lejos.
— No lo puedo creer... — susurré para mi con ira.
Chip, tratando de calmar las aguas, intervino con serenidad
— Tranquila Rayi, Alex tiene su manera de ser. Se le pasará y luego lo reconocerá. No te desgastes demasiado en esto. Escucha, sé que no fue la mejor manera, pero ¿podrías intentar verle el lado bueno a esto? ¡Lograste volar!" Dijo Chip en un último intento de tranquilizarme.
Aunque aún sentía un nudo en el estómago, decidí darles una oportunidad. Después de todo, habían despertado algo en mí que desconocía por completo. Asentí con cautela.
— Bueno, fue una experiencia muy extraña, ¿sabes? Apenas pude equilibrarme, estaba muy nerviosa, pero, creo que quiero volver a intentarlo. —hablé finalmente con más calma, tratando de dejar atrás el enojo. — Pero la próxima vez, por favor, expliquen mejor el plan antes de lanzarme desde las alturas.
Los chicos aceptaron mi condición con alivio, y una leve sonrisa se dibujó en sus rostros. Decidimos dejar atrás la tensión y disfrutar del resto de la tarde en la playa. Rex, en un gesto amigable, se ofreció a ayudarme en los días siguientes, asegurándome que esta vez sería una experiencia mucho más agradable.
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Royale High
Fantasia¿Te imaginas un mundo lleno de magia, donde las criaturas místicas y los secretos ancestrales convergen en una historia fascinante? Bueno, eso es lo que encuentras en 'Royale High', inspirado en el videojuego del mismo nombre. Sigue la aventura de...