- Encuentro Inesperado.

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RODRILEAN 

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RODRILEAN 

Leandro paredes y Rodrigo De Paul


La ciudad resplandecía bajo las luces de la noche mientras Leandro caminaba sin rumbo fijo. La vida, hasta ese momento, le había enseñado a ser un solitario, a no buscar el amor en cada esquina. Sin embargo, algo en su interior le decía que la rutina debía romperse.

Leandro suspiro mientras observaba el bullicio de la calle. La gente pasaba a su alrededor, cada uno inmerso en su propia historia. Aunque no buscaba amor – mas porque no tenía un muy buen historial en esa área – , sentía una extraña curiosidad por lo que podría deparar el destino.

Y no engañaría a nadie, también sentía la curiosamente de saber que era sentirse realmente amado por alguien, y esa sensación no era del todo nueva.

Dobló en una esquina, y sus ojos se cruzaron por casualidad con los de un chico. No era el típico encuentro cinematográfico – ni tan poco la gran cosa a su parecer –, fue más un cruce de miradas casual, pero algo lo hizo quedarse estático en su lugar, casi como si se hubiera pegado al piso sobre el que estaba parado. El chico también parecía sorprendido, mas por el casi choque y por los lindos ojos de color que tenia frente a el, como si el tampoco pudiese seguir con su camino luego de mirarlo.

Como si el universo acabará de conspirar para unir sus caminos.

Leandro murmuró un pequeño "lo siento" por casi chocar con el contrario, mientras miraba la sonrisa que se formaba en los labios de Rodrigo y lo linda que era. Este respondió con un lo siento también y siguió sonriendo mientras se perdía en los ojos de color frente a él.

Leandro no pudo evitar sonreír también.

Ambos se miraron unos segundos más, y todo pareció detenerse – si, como en las películas –, y Rodrigo solo pudo sentir sus mejillas calientes después de durar tanto tiempo mirando la sonrisa de Leandro. Tal vez pasaron segundos, minutos o incluso horas, pero por alguna extraña razón no se sentía incómodo. Al menos no para ellos.

— M-me llamo Rodrigo, es un placer. Y otra vez lamento l-lo del choque recién. — Dijo cuando salió de su ensoñación. — Bueno, casi choque. — Y la sonrisa no desaparecía de su rostro.

creo que hasta a mi me empezaron a doler las mejillas.

— Soy Leandro y también lo siento, aunque creo que ya lo dije. — Dijo aun mirando al contrario.

— Lindas botas — Dijo Rodrigo cuando dejo de mirar a Leandro a los ojos y comenzó a verlo completamente.

Linda sonrisa... — Dijo Leandro sin pensar, dándose cuenta después y convirtiéndose él en el sonrojado.

Bueno... Rodri tampoco estaba muy lejos de alcanzar a Lean si comparamos el rojo de ambos rostros.

Si fuera una competencia, ambos estarían empatados...


𖦹🧺🧸


Después de ese día, y aunque sea poco creíble, ambos empezaron a encontrarse más, en la misma esquina, a la misma hora y con la misma sonrisa.

Un día de "esos" decidieron por fin ir a tomar un café y conocerse mejor.

Eso también se convirtió en parte de la rutina, y fue algo inevitable que se volvieran cercanos, más de lo que a ambos les gustaría admitir.

descubrieron que tenían más en común de lo que jamás hubieran imaginado. Rieron juntos, compartieron historias de vida y, sin darse cuenta, se sumergieron en una conexión que ninguno de los dos había experimentado antes.

La ciudad dejó de ser solo el escenario de sus vidas individuales; se convirtió en el testigo silencioso de un nuevo capítulo que estaba escribiéndose entre ellos, Leandro pensó que era el ser más afortunado de todos, cuando miro a Rodrigo reírse de uno de sus chistes, y se dio cuenta de la maravillosa persona que tenía de frente.

Esa noche se encontraban en la casa de Lean mientras miraban unas películas y cenaban algo, pero Leandro no pudo evitar pensar en lo maravilloso que era el destino, agradeció por ese giro inesperado en su vida, y siguió disfrutando de la noche.

A partir de ese día, la vida de Leandro y Rodrigo cobró un nuevo significado. No solo estaban vivos, sino que con el otro a su lado, comenzaron a vivir de una manera que nunca habían imaginado. Cada día se volvía una aventura, cada momento se teñía con los colores del amor que, sin buscarlo, había encontrado.

Así, en el caos cotidiano de la ciudad, nació una historia de encuentros inesperados y amores que desafiaban las expectativas. Leandro y Rodrigo aprendieron que a veces, lo que no buscas es lo que más necesitas, y que la vida puede cambiar en un instante cuando menos lo esperas.


No me imaginé que funcionaba así

No buscaba amor

Y un día te encontré

Estaba vivo pero con vos comencé a vivir


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cortito. no me gusto mucho. 

porfa corregir cualquier tipo de error. 

꩜ ៸៸ M.A.I  ꩜ ៸៸ fútbol one shots!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora