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— Nada mal... impresionante. ¿Es nueva? —me pregunto Brown al terminar de cantar
— Sip, le faltan algunos retoques pero está casi terminada
— Pues quiero ser de los primeros en escucharla cuando la termines —levantó la mano para que la chocara
— Dalo por hecho —correspondí al choque
Al terminar la clase me fui con Mitchie a la cocina.
— Oye yo quería pedirte que no dijeras nada sobre mi mamá, se que este mal mentir, pero entiende que yo solo quería encajar en algún lugar —se apresuró a decir nerviosamente cuando estuvimos solas, intentando excusarse
— Está bien Mitchie, Si, si estuvo mal el mentir. Pero fue tu decisión, así que no diré nada. Las mentiras tienen patas cortas y esta recién empieza la carrera.
Al llegar Mitchie de lo apurada que iba chocó con su madre quien lleva a unos cuantos pastelitos para guardar
— Lo sentimos se nos hizo tarde —se disculpó la castaña por las dos
— Descuiden hija, las últimas galletas están en la heladera, ustedes limpien la cocina. Yo llevaré todo esto a la bodega —dijo con simpleza Connie para luego irse
— Bien manos a la obra, ¿me pasan unos guantes?
— Claro —Mitchie se agachó para buscar dos pares de guantes cuando alguien entró a la cocina
— ¿Hola? —saludó un chico con estilo emo entrando a la cocina
— Hola —correspondí al saludo mientras lo observaba, siento que lo conozco de algún lado
— ¿Trabajas aquí? —me pregunto pero con un tono más bien de acusación
— No solo ayudó en la cocina porque no tengo nada más que hacer —un ruido de escucho y una Mitchie con gorro y llena de harina apareció de debajo de la mesa
— Vaya... si estás dedicado. Me llamo Shane, los empleados seguro me conocen
— Por supuesto, es un placer —habló una entusiasmada Mitchie
— De hecho es lo contrario. Mi representante les envió una lista de mis alergias. Pero hoy ni siquiera puede acercarse a mi desayuno... ¿Quién está a carga de este lugar?
— ¿Disculpa? —cuestione incrédula
—¿Que? —me respondió de la misma manera, parece que la fama subió rápido a su cerebro
— Es que eres muy grosero —le respondí con obviedad y simpleza
—¿Y tú eres?.... —remarcó, insinuando que no tenia derecho a hablarle de esa forma
—Una persona, y hay formas de tratar a una persona y esta no es —manifeste