El sol iba desapareciendo lentamente, pintando el cielo con tonos cálidos y dorados creando una hermosa escena digna de admirar hacía el horizonte. La luz del atardecer se derramaba sobre el paisaje costero, dando vida a sombras suaves que danzaban sobre la arena mientras el día se retiraba con gracia.
Entre el hermoso carnaval de colores, un hombre mientras miraba todo el espectáculo, sufría un nerviosismo vibrante que se estaba apoderando de él, acentuado por el temor que asomaba en el rincón más íntimo de su ser. Sin embargo, en el corazón de esas emociones encontradas, resplandecía una determinación inquebrantable. La misma determinación que le había guiado hasta ese momento, y que ahora, bajo el cielo encantado del atardecer, se convertía en la fuerza propulsora de un paso significativo.
Izuku Midoriya un hombre alto y fornido, de cabellos verdes al igual que sus ojos. Ex estudiante de la U.A y él actual héroe Deku, el héroe número uno en el ranking de héroes y a su vez el actual símbolo de la paz. Aquel hombre que se había enfrentado a tantos peligros desde su adolescencia, se encontraba nervioso.
-Izuku: Vamos, vamos, vamos... -Se decía a sí mismo- No has llegado tan lejos para arrepentirte ahora...
Se daba ánimos, uno de los momentos más importantes de su vida está por suceder.
-Izuku: ¿Mamá crió a un cobarde? ¡Claro que no! –Exclamo- Te has enfrentado a peores cosas, ¡te enfrentaste a All For One y saliste victorioso! Bueno, si obviamos lo del brazo... ¡Pero son detalles!
Quien lo viera de lejos pensaría que está loco, como si fuera uno de esos loquitos del centro, pero no, hace años tiene la condición de murmurar para sí mismo, condición que más de una vez le trajo alguna que otra mala pasada.
-Izuku: ¿Cómo se lo digo?... –Comenzó a pensar.
-???: Estas murmurando otra vez. –Se escuchó detrás de él.
-Izuku: ¡Y-Yui! –Se alarmo y volteo.
Detrás de él se encontraba Yui Kodai, una mujer de cabellos negros y de ojos celestes. Es la heroína Rule y es la número seis en el ranking de héroes.
-Yui: ¿Estas bien? –Le pregunto mientras le sujetaba la mano- Desde que llegamos he notado que estas algo intranquilo.
-Izuku: ¡C-Claro que sí!
-Yui: ¿Y porque estas nervioso?
-Izuku: E-Es que... ¡Me cayeron mal los burritos que comimos en el camino! –Mente- ¡Puta madre Izuku, ¿de todas las excusas habidas y por haber escogiste esa?! –Se maldecía así mismo desde sus adentros- ¿C-Conseguiste lo que b-buscabas?
-Yui: Si, te traje uno a ti también. –Le entrega una soda que había comprado.
-Izuku: G-Gracias.
Ambos se sentaron debajo de la sombrilla que habían acomodado.
-Yui: Ahhh... -Lanzo un suspiro- Realmente necesitábamos estas vacaciones.
-Izuku: La verdad es que sí.
Ambos habían tomado unos días de vacaciones para alejarse por un momento de sus trabajos, y tuvieron la idea de hacer un viaje a una playa privada para tener más privacidad.
-Izuku: Estar alejado de los reporteros y de los medios al menos por un tiempo es algo de agradecer.
-Yui: Consecuencias de que seas el número uno.
-Izuku: Podría decirse.
Yui puso su cabeza en el hombro de Izuku, causando que se ponga más nervioso.