Sed de Venganza | Christopher Morgan [PAUSADA]

Capítulo 13

Vikoria

Sigo mi camino apresurada hasta la sala de juntas de la fábrica de armas de la Hermandad.

Ilenko me pisa los talones tratando de evitar algo que no puede, los gritos provenientes del salón nos hacen detener por un segundo.

- ¡Te estás acostando con la hermana de ilenko!

Escuchó gritar a Emma James.

Sonrió sin poder evitarlo recordando las murmuraciones del capitán Linguini. Sigo cortando los pocos metros que me faltan.

- ¡No seas hipócrita!  - grita Christopher - ¡Tu te casaste con su hermano!

Ilenko gruñe a mi espalda y apresuró mis pasos.

- ¡No es lo mismo! - chilla Emma - ¡Se lo diré a mi hermana..!

Y antes de que puedan seguir con su estúpida pelea, con amabas manos empujó las puertas del salon haciendo un horrible estruendo.

- No sabía que la Koroleva de la Bratva era tan inmadura.

Entró con pasos firmes y me voy hasta su dirección. Christopher esta recostados de un lado del salón y Emma esta sentada al otro extremo.

Observó a Emma sonrojarse de la vergüenza y bajar la mirada.

Me volteo a mi hermano que está a unos pasos detrás de mí, se que él escuchó lo mismo que yo.

Observó a Emma más de la cuenta recordándo el pequeño incidente de ayer, vuelvo mi vista hasta a Ilenko.

Esta tenso preparándose para lo que se viene.

- ¿Esta es tu mujer? - le reclamo con burla

- Ahora no, Vikoria. - murmura entere dientes enojado

Ilenko me atropella pasando a mi lado llendo a ocupar su lugar, Emma me observa sin ningún tipo de disumulo; sus ojos azules detallan cada parte de mí, desde mis ojos hasta mi cabello y  al ver el color azabache la hace fruncir el ceño

Ignoro a ambos y me dirijo hasta donde está él coronel, me acerco lentamente a él y me detengo a un paso de distancia.

Siento la mirada de Ilenko quemando mi espalda al igual que la de Emma.

Christopher baja la mirada observando el maletín que traigo en las manos.

Corto los centímetros que nos separan, dirijo mi mano derecha hasta su mentón elevando su mirada.

Me observa serio y expectante al mismo tiempo, no hace ningún movimiento para detenerme y un sentimiento de sastifacion me llena. Corto los centímetros que nos separan y uno sus labios con los míos.

Presiono sus labios contra los míos tardando más de la cuenta, siento como mi nuca quema con ambas miradas puestas en nosotros.

Me separó de él dándole una sonrisa, un sonido fuerte me hace voltear y veo a mi hermano con ambas manos apoyadas en el escritorio.