-Os daremos lo que pidan si nos dejan vivir en paz -dijo en híbrido conejo, los observó atentamente.
-Si es lo que desean. Les concederemos la paz que tanto anhelan. ¿Qué es lo que ofrecen a cambió?
-Ofrecemos a estos dos omegas -señalaron a dos chi...
Las bodas en simultáneo lo habían dejado en blanco, de pronto tenía un omega del que hacerse cargó. Si bien el híbrido era un omega maduro su aroma lo atraía aún más. No le interesaban los omegas planos… No le importaba si eran hombres o mujeres el buscaba algo específico en un omega que no era común y seguramente el pequeño y puritano omega conejo tampoco lo tendría.
Lo tomó de la cintura y lo pegó a él, el omega se puso rígido y puso sus manos en su pecho para alejarlo.
—¿Q–qué cree que hace? —preguntó asustado.
—Reclamar mi nueva pertenencia. Mi omega.
—¡No! —dijo con desesperación tratando de alejarse de su agarré.
—¿Por qué no? —cuestionó cuando el omega se empezó a remover y lo tuvo que sostener con más fuerza.
—No lo conozco —dijo resbalando de entre sus brazos.
Se sorprendió cuando el híbrido salió de entre sus brazos, tomó su muñeca y lo jaló, levantó la falda del vestido –el cual usaban todos los omegas en su primera noche de bodas– vio las delgadas piernas temblar y el pene flácido entre las piernas, frunció el ceño, cualquier omega en aquella situación estaría babeando lubricante y con el pene erguido. Vio el rostro del omega lleno de lágrimas entonces. Bajo la falda y se alejó como si el omega lo estuviera manchado de ácido.
—Olvídalo.
Dio la vuelta y caminó a la cama, se sentó en la cama, encendió un cigarro con su aliento de fuego. El omega se quedó sentado en el piso limpiando sus lágrimas, lo vio a los ojos una vez y volvió a agachar la vista con rapidez.
—Muchas gracias gran señor —susurró.
El omega se abrazó a sí mismo cubriendo su pecho y abdomen aún si era lo único que no había visto, soltó el humo de la boca y levantó la barbilla.
—¿Cómo te llamas omega?
El omega se encogió en su lugar, vio una de sus manos y luego lo vio con miedo.
—WooYoung.
—Échate en la cama. Te hará daño estar en el piso WooYoung.
Las orejas del híbrido se tensaron.
—Solo dormirás, no me hace ilusión violar a un omega.
—¿Acaso lo tiene violar a un alfa? —escuchó al omega susurrar.
El omega se acostó a su lado, su aroma fue tan fuerte que creyó que estaba en celo por un instante, de no ser porque minutos antes había notado la sequez del omega lo habría creído, el aroma se le hizo excitante se acercó un poco más para tomar un poco del aroma más de cerca, gimió bajo al sentir el aroma a fresa tan fuerte ¿Qué pasaría cuándo el omega estuviera en celo? No obligaría al omega a estar con él, tenía que calmar aquellos impulsos.
Se alejó de la cama, el omega ya estaba dormido, su rostro completamente dulce y parecido a un precioso ángel lo hizo simplemente pecaminoso.
Su pene dolió de pronto, se metió a la ducha esperando que la erección bajara con el agua fría. El híbrido, WooYoung, le había dejado en claro que no tendrían sexo. Tal vez si se conocieran más lo harían en un futuro. Mientras tanto tuvo que bombear su pene para correrse cuando el agua fría no lo ayudó a bajar su erección.
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¡¡FELIZ NAVIDAD!!
Iba a subir este ayer porque quería subir los capítulos de esta historia cortita solo por navidad.
Pero se me olvidó, espero que no sea muy tarde, pero feliz navidad lo amo mucho.
