ΙΙ

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WooYoung era tímido casi siempre que se trataba de cosas solo de él, cuando tenía que cuidar a los que amaba, pero si era sobre él muchas veces se sentía avergonzado. Como en ese momento en que San estaba moviendo su pene entre sus muslos.

—Alfa.

Lo había llamado esa tarde mientras el alfa estaba echado en el sofá.

—¿Si?

—Si. Bueno yo uh… es que en el clan… los conejitos uh —su rostro explotó en rojo.

—¿Qué pasa Woonnie? —le preguntó levantándose del sillón para pararse a su lado.

—Lo–los conejitos uh… cuando no querían embarazar al omega sólo metian su pene entre sus piernas… Y–y yo uh, quería… quiero ah–uh…

San tomó su rostro y besó sus labios rápidamente.

—¿Quieres que meta mi pene entre tus muslos?

WooYoung asintió rápido cerrando sus ojos fuerte.

—Bien. Tengo días sin masturbarme.

WooYoung lo vio, completamente rojo.

—¿Dónde quieres hacerlo? —le preguntó San con emoción— El sillón es pequeño, creo que la mesa será más espaciosa–

—Yo… estaba pensando en la cama —dijo viendo sus pies.

San lo tomó y llevó casi a rastras a la habitación, lo tiró a la cama y se puso sobre él. No supo cuánto tardó en arrancarle el pantalón y el suyo, o en qué momento lo puso de costado, solo entendió lo que sucedía hasta que empezó a sentir su pecho rebotar.

San se movía contra él tan rápido que mantener sus piernas apretarlas era difícil, la cola de San las apretó mientras movía su pene entre sus piernas, era grueso y pesado, chilló de solo pensar que eso iba a ser metido en su pequeña entrada, era demasiado. Era muy pequeño ¿Cómo podría meter eso? San empezó a jalar su pene suavemente hasta que tomó el ritmo de las embestidas en sus muslos, su entrada se empezó a mojar el primer dedo que entró en él lo hizo alucinar, el segundo dedo dolió, se apretó alrededor, San besó su cuello.

—Shh, ya pasará Woonnie —le susurró— ¿Nunca te habías masturbado acaso?

Apretó la sábana entre sus dedos.

—Mhn… N–no.

El monstruoso pene se molió con más fuerza entre sus muslos y con más dureza moviéndose contra sus testículos, su pene seguía siendo masturbado, su entrada se empapó por completo, su lubricante salía en abundante cantidad, cuando el tercer dedo entró gritó, su entrada exigía cada vez más, San se movía tan rápido, estaba completamente mojado de sudor, lubricante y algo más, su pene se estaba escurriendo de semen, se corrió gritando cuando los dedos de San tocaron algo extraño en su interior.

San siguió moviendo sus dedos y su pene, siguió gimiendo alto, una y otra vez hasta que se manchó del semen del alfa se sintió a gusto al estar sucio, una de las manos de San se puso sobre su pecho haciéndolo gemir, hizo movimientos circulares sobre su abrigo gimió mientras más movía su mano más cerca estaba se corrió por segunda vez.

San reaccionó ante aquello dejó de presionar las piernas con su cola y le dio la vuelta y lo abrazó con cariño y lo besó varias veces.

—San… me… Me ha gustado mucho.

San le sonrió y lo volvió a besar. San lo acarició y luego lo vio con ojos de cachorro.

—¿Qué pasa alfa?

—¿Puedo chupar tu entrada?

Su rostro estalló en rojo.

—S–si alfa.

THE DRAGON AND LITTLE BUNNY.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora