Ep 2

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Pasó casi un mes desde que el ojimorado, Vegetta, y el príncipe tritón, Foolish, se encontraban en la orilla del mar, ese pequeño lugar oculto en el que se conocieron por un tercero que había enterrado a Vegetta en la arena

Tal y como se lo esperaba Foolish, del bípedo aprendió muchas cosas de lo que había fuera de la orilla e iba lo mismo para Vegetta, quien aprendió muchas cosas sobre el fondo del mar

Ambos estaban maravillados por la diversidad que había entre sus mundos y lo ignorantes que eran al negar o no buscar más allá de su propia existencia

En todo ese mes también los amigos de estos dos jóvenes estaban confundidos por las actitudes de cada uno

Foolish solía huir de su hogar, el castillo, al menos una vez por semana o 3 por mes, pero desde que conoció a esa cabeza parlanchina, había estado huyendo durante un mes entero, claro, de distintas formas y faltando a la autoridad

Por otro lado, Vegetta solía acompañar a Willy en sus aventuras que normalmente duraban de 3 a 5 días antes de volver a casa, pero últimamente sus aventuras duraban hasta 16 horas y las otras 8 del día desaparecía de la casa

Sea por buena o mala suerte, sus respectivos amigos prefirieron no entrometerse en la vida de ninguno de los dos, después de todo se veían felices al regresar a casa

Foolish solía pasarla muy bien con Vegetta, le gustaban sus tontas bromas, su peculiar forma de hacer drama y las aventuras que le contaba, era todo novedad fuera de la rutina que solía seguir

Pero había algo que lo había estado molestando o picando la curiosidad, y era que siempre que Vegetta escuchaba al rubio platinado o hablaba de él, su tono de voz e incluso sus ojos cambiaban por completo resplandeciendo de una forma inusual que no se mostraba cuando hablaban entre ellos


F: Puedo preguntarte algo? — dijo mientras estaba boca arriba sobre el agua, flotando

V: Dime — se vestía tras salir de darse un chapuzón en el mar

F: Tienen algo tú y tu amigo Willy? — se giró para verlo cambiar el tono de su rostro a un dulce color coral

V: Q-qué dices?! No no, nada que ver — miraba a cualquier lado, pero al volver a ver las esmeraldas del tritón que lo juzgaban por su actuar prefirió decir la verdad — Te conozco de hace poco, pero eres el único a quien le puedo contar la verdad

F: Claro, dime lo que te abruma — pensó que era algo negativo lo que sucedía entre ambos pues la mirada decaída del ojimorado era nueva para él

V: Verás.. he estado viviendo con Willy durante mucho tiempo, bueno, unos 11 años, y sinceramente.. me he enamorado de él, pero no sé si será correcto confesarme — su rostro volvía a brillar mientras hablaba de esa persona, rascándose la nuca con nerviosismo

F: Oh.. Oh!~ Tu primer amor? — dijo con rodeos fastidiando al ojimorado, acercándose a la orilla

V: No seas bobo — se quedó callado unos segundos antes de volverse y asentir avergonzado

Foolish no podía creer que la primera historia de amor que iba a escuchar, aparte de la de sus padres, era la de un bípedo, sintiéndose honrado de escucharlo sintiendo la emoción de su corazón al estrujar y latir fuerte

F: Si es tan puro tu amor, deberías declararte — afirmó con emoción golpeando su cola contra las olas

V: Tú crees que me acepte?

F: Claro! Eres un chico fantástico, además, las pocas veces que los veo juntos puedo ver ese mismo brillo que tú tienes en sus ojos — animó con seguridad, aunque sus brazos temblaron por segundos

Mar de recuerdos || FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora