Mar de recuerdos || Fooligetta

Ep 7

Desde que se dio el beso en la oscuridad de la cueva Foolish no ha podido pensar en nada más que eso al punto de ser encontrado por los guardias que lo guiaron de regreso a su reino, preocupados pues en ningún momento habían visto a su rey salir del castillo

Una vez en su habitación se le fue informado de su regreso a BadBoy quien nadó con prisa pues su regreso había tardado más de lo normal, e incluso fue atrapado por los guardias

B: Oh cielos estas bien? — se acercó a la recamara del rey tomando su corona para ponérsela en la cabeza — Incluso te vieron sin la corona, en qué estabas pensando?

F: Vegitta.. — susurró para si mismo sonrojandose y sacudiendo su cola haciéndose bolita sobre las algas sobre su cama soltando pequeñas risas coquetas que confundieron por completo a su mano derecha

B: Eh.. Necesitas a una beluga? Dudo que tu razón esté cuerda ahora mismo — ladeo la cabeza notando algo brillar entre las manos del rey — Y esa hermosa piedra? Quien te la dio?!

F — con prisa cubrió la amatista bajo su cuerpo — No mires! Es mía!

B: Pero qué- No te la voy a quitar, solo estoy curioso — replicó sentándose sobre su propia cola — Me dirás o no?

Foolish se sentó y miró nuevamente la piedra repitiendo la escena del beso en su mente, olvidando por completo el origen de su duda y suplantandose con el recuerdo de haber experimentado la acción

Se sonrojó al pensar en esa piedra como el primer regalo que Vegetta le daba y si bien no era mucho, podía sentir el valor sentimental rodearla. Fueran ideas suyas o de verdad, él se sentía feliz de tener aquel presente en manos

Bad lo miraba con confusión pues el silencio no era algo que caracterizara a su amigo, y rey, mas algo en mente desvió su atención

B: Mi señor, no es esa la pieza faltante de su tridente?

F: Qué tridente? Mi objeto es una mano.. — se burló de la ocurrencia, pero al ver el objeto bien colocado sobre una base de piedra lisa entendió lo dicho

Desde siempre, la mano que lo acompañó desde el inicio de su reinado, había tenido tenido un extraño agujero en medio de la palma

Al principio no entendió su función por lo que lo usaba como un agujero guía que lo ayudaba a elegir la siguiente ruta de exploración, o para concentrarse en puntos fijos de los mapas

Durante un tiempo pensó en llenar ese espacio vacío con objetos, pero nada entraba a la perfección, hasta ahora

Atrajo el tridente con forma de mano hasta él y colocó la gema con cuidado, pues no quería quebrarla de alguna forma

En un momento escuchó un click y pensó que se había roto, pero al observar de nuevo la gema estaba completa, sin grietas y bien colocada en el centro de la mano

Se emocionó y empezó a chillar con gritos escandalosos que por suerte no atrajeron la atención de nadie en el exterior

La gema era una piedra preciosa, no sólo por ser un mineral poco reconocido, sino también por ser un regalo de su primer amigo humano, no quería tomarlo como una propuesta de matrimonio aún pues sabía que Vegetta quizá no tenía ni idea de lo que significaba dar piedras a seres como él, pero la sola ilusión lo hacía girar y reír en júbilo

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La mañana llegó y con ella un desastre que se suponía no sucedería en esa vida, pero mientras esté aquel que inició todo no había forma de evitarlo