CAPITULO 31

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Me di vuelta encontrándome con Bambam, quien se acercaba hasta la camioneta, sus brazos estaban cruzados y su expresión era de total molestia.

Termino de llegar hasta donde yo estaba y como le cristal de la ventaba aun estaba abajo, pudo ver dentro de la camioneta a mis amigos, su expresión suavizándose al instante.

---Buenas noches, Rosie--- saludo de forma suave a la rubia, quien estaba perpleja al verlo ---te estuve llamando... digo les estuve llamando. ---corrigió de forma rápida volviendo a mirarme.

¿Por qué a mi me miraba mal y a Rosé no?

---No escuchamos el celular, estábamos en un lugar con mucho ruido--- conteste yo al ver que Rosé no pensaba o no podía contestar.

Bambam parecía no creerlo que le decía hasta que se acercó mucho más a mí y olor a alcohol inundo sus fosas nasales. ---Es mejor que vayan a descansar, Lisa ve entrando ahorita te alcanzo ---decía al ser ya mas consciente del estado en el que estábamos.

Encogiéndome de hombros acate su pedido, me despedí de Rosé moviendo la mano y camine hasta mi casa, Bambam se quedo unos segundos mas al lado de la camioneta, hasta que esta arranco yéndose, mi primo me alcanzo rápidamente.

Entramos a mi casa y yo me fui directamente a la sala, tirándome en un sillón, el pelinegro siguiéndome detrás hasta posarse frente a mí. Mi primo no me decía nada, solo me miraba en silencio.

---¿Qué?

---No tienes nada que decirme? ---me quede pensando un momento.

---Hola ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en california? ---pregunte al ser consciente que de su repentina llegada.

---Enserio me preguntas que hago aquí ---Bam parecía molesto y yo no entendía el porque ---Ni siquiera se te pasa por la cabeza porque vine estos días? ---Negue bostezando de sueño.

---No puede ser ---el pelinegro suspiro frustrado ---Vine porque resulta que mi prima se va a casar este fin de semana y no me había dicho nada. ¡Si no es porque a mi madre se le ocurrió preguntarme si podía asistir a la boda no me habría enterado hasta que viniera por vacaciones! --- me lo decía casi a gritos.

El alcohol en mi cuerpo hizo que tardara un poco mas en procesar el reclamo de Bambam, hasta que por fin mi cerebro hizo clic, ¡cierto! Yo no le había dicho nada, es más ni siquiera se me paso por la mente invitarlo a la boda. Como se me había podido pasar eso.

---No se te ocurrió por lo menos mandarme un mensaje y decirme, ¡Qué crees primo, me voy a casar! O una llamada--- me erguí en el sillón, pensando en que podía decir para calmarlo.

---Es que bueno, tu has estado ocupado con la escuela y no quería abrumarte con mis cosas --- moví las manos tratando de explicarle.

---Como me ibas abrumar al decirme que te vas a casar Lisa!

---Bueno es que antes de llegar a todo este asunto de la boda pasaron muchas cosas--- mi primo se paso una mano por el cabello antes de tomar asiento a mi lado.

---Ya me conto mama un poco de lo que ha pasado en mi ausencia ---decía ya un poco mas calmado ---se que ha pasado mucho y aunque me hubiera gustado enterarme cuando las cosas estaban sucediendo entiendo que tu si estabas abrumada con todo. Créeme que hubiera dejado las explicaciones para después para solo concentrar en el importante momento que estas por pasar, me conoces bastante bien como para saber que yo apoyaría tus decisiones sin cuestionarte, por eso no entiendo porque no me dijiste nada ---Bambam parecía dolido.

---No era que no pensaba decirte, sí que todas estas semanas se han sentido tan extrañas--- sentí la mirada de Bambam sobre mí, pero yo no me atreví a mirarlo ---Aun no me la creo que me voy a casar, todo ha sido tan rápido que en mi mente aun es confuso.

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