Yo, he sido criada con un solo propósito en mi vida: "Ser una esposa ejemplar". Pero la vida y el destino tenían otros planes, todo cambio solo por ella, sin ningún reparo se metió en medio sin ser llamada o siquiera sin ser sentida, todo cambio...
Después de aquello, no sabía que decir o cómo actuar.
— Gracias... - lo dijo él mientras estaba recostada en su pecho y acariciaba mi cara y cabello - Por darme este hermoso regalo, no te agobies pensando en cosas. - suspiro profundo - Sé que estás prometida, - lo mire y me dió una dulce sonrisa - como dije esto quedará entre nosotros.
— Te lo agradezco, - me estaba levantando pero me halo y me dió un beso - Debo irme - asiente -
— Solo no me olvides, - se giro a la mesa de noche y del cajón saco una caja larga y me la extendió -
La tome y lo mire - ¿Qué es esto? -
— Es solo un presente, solo te pido que lo guardes, sé que le darás un buen uso. - sonrió -
— Está bien, lo guardaré, gracias - me comencé a organizar - Nos vemos, Jimin - salí -
No sabía que hacer, ir a mi casa a estas alturas no se podía. Me encamine a casa de Tae, le llamé.
— Tae, - estaba medio dormido - Abreme la puerta - me grito casi me deja sin oídos -
— ¡¿Qué?! - aleje mi celular -
— ¡Lo vas ha hacer o no! - respire profundo -
— ¡Sí, sí! Solo espera voy - abrió -
Solo lo arrastre a la habitación.
— Necesito, hablar. Además a esta hora para llegar a casa no se puede y llamar a Jk menos . - hablaba sumamente ligero que Tae medio las cogía de todo lo que decía -
— Tendrás que hablar más despacio para poder entenderte - nos sentamos en el escritorio -
— Ok, pero dame un trago - Tae comenzó a servirlo -
Le comencé a explicar y dar mi punto de vista y que ahora no sabía que hacer no sin antes mencionarle y mostrarle el brazalete. El solo se sonrió y me miro pícaro.
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—¿De que familia es él? - me miro asombrado después de verlo -
— Park Jimin, pero dime ¿Qué pasa, por qué pones esa cara? - me estaba desesperando - Vamos, habla.
— No Tae, y deja de dar vueltas y dime qué pasa. - Ya en un tono más serio. -
— Te digo, guardo el secreto pero tú debes ayudarme a algo sin cuestionar ni nada, de lo contrario hablaré... - se hizo el digno -
— No puedo creer, que m hagas esto siendo mi amigo. - lo miro indignada - Está bien, está bien, lo haré. Ahora sí dime. - sonrió -
— Lo que tienes en tus manos es la reliquia de los Park el símbolo de su familia es el leopardo y este es único en el mundo, ya que pocos lo habían podido ver, solo lo posee el legítimo heredero. Y mira te lo regalo a ti. - quedé asombrada -
— Hay Tae, no puedo aceptar esto. - cerré - debo entregarlo, mañana lo haré.
— Me vas ayudar a conquistar a Eun - lo mire -
— No, es mi cuñada. Es mi familia. - me puse sería -
— Me diste tu palabra, te dije y tú aceptaste.
— Pero... - me levanté y él imitó el gesto -
— Pero nada, vamos a dormir. Mañana hay mucho por hacer. - me llevo a la habitación de invitados - hasta ahora mejor - Señora Park.
Salió casi corriendo por mi mirada. Pero esto es algo valioso para la familia Park y por ello debe quedar en su familia. Pensando en lo que me dijo Tae Estaba tan cansada, tome una ducha, me acosté y quedé dormida.
A la mañana siguiente me levanté y tenía una muda de ropa y Tae sentado en la silla. Me asuste, grite tan fuerte que vino Rose y abrió la puerta.
— ¿Qué? - nos miro a Tae y a mi y ya más serena - ¿Que le hiciste Tae?
—¿ Yo ? No hice nada, ella solo grito. - decía lo último entre risas - Solo traje su ropa.
— Y... - Solo me miro -
—Lo siento, - puse mis manos en súplica - solo me asusté.
— Bueno, me voy tengo. - ella bostezo - mucho sueño, ahí los dejo.
— Dale, cámbiate. Te llevo a casa - Tae se levantó y me sonrió pícaro - Señora Park, - se rió -
— Shhh, no digas eso - retire m cobija - que no sabemos quién nos pueda escuchar - lo mire amenazante -
— Como sea, quiero ir ver a Eun. - me miro, lo mire sería, diciendo con mi mirada ¿es de verdad? - Claro, acuérdate de nuestro trato, - estaba saliendo y susurro - Señora Park.
Jimin
Vine a Seúl por el tan nombrado evento, mi objetivo era comprar una cerámica es la última que me falta a mi colección pero no quería ir sin nadie por ello recordé a Ji Eun y la invite pero en cuanto ví esa joven halar de ella me cautivo claro desde que ella me contó de ellos, Yuri llamo mi atención. Pero está vez lo siento como un imán.
Pase mi día con Eun, y la noche con esa mujer que robó mi pensamiento todo el día. Me alegro y me aterró yo ser su primer hombre, ella está marcada en mi corazón. Después de hacerla mía, recordé las palabras de mi abuela.
" — Recuerda que toda mujer tiene un tesoro, el hombre debe cuidarlo y protegerlo, Te darás cuenta que es la indicada porque no es algo que se fuerza, sientes tu corazón a mil por segundo, la piensas día y noche, te nacerá ser especial solo con ella. Comprenderás que ella es única, si la encuentras, no la pierdas y entregarle esto. - me pasó el cofre - "
Decidí entregarlo después de analizar lo que sentía, me enamore, pero soy conciente de su pareja y ahora solo nos dejamos llevar, Jeon es alguien que aprecio somos amigos desde el jardín pero no nos hemos visto desde la primaria. No me arrepiento pero tampoco es justo. Verla irse me dejó una sensación de vacío, debo aterrizar ella no es nada mío.
Por más que me guste, no dañare nada; ni su compromiso, ni mi amistad.
