one shots - Quackity × Fem reader

Telepatía

Narrador/a

Kim estaba en Japón, visitando a la familia de
su madre ya que hacía años que no los veía, y estaba contenta, pero no tanto ya que le hubiera gustado llevarse con ella a Alexis, y el también la extrañaba, así que se conformaban con hacer llamadas o pensar en el otro.

Algo curioso, era que cuando pensaba en el, fantaseaba, o simplemente recordaba, se prendía sin que la tocará, era como hacer el amor por telepatía, pero su cama estaba vacía, día y noche, lo recordaba cuando miraba la luna por la ventana, o recordando todas la noches en las que salían, el pasaba por lo mismo.

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— Si te tuviera enfrente, ya te hubiera explotado el cerebro — dijo ella riéndose.

— Y que tanto piensas?

— Cuando este allá te cuento, tengo muchas cosas que decir.

— Aah, culera

— Con respeto porfavor — pidió en un tono bajo, no quería que su hermano la escuchará y malpensara lo que decía.

— Cual si ya ni nos tenemos, puro chat todo hot — dijo provocando la risa de su novia una vez más.

— Y como cuando vuelves — pregunta, la risa de Kim se detuvo y hubo un pequeño silencio.

— Semana y media — parecía más una pregunta. — O buen, no lo sé, no estoy segura — se contradijo.

— No puede ser! — se quejó — Me hiciste esperar dos meses, y aún te falta una semana?!

Antes de poder decir algo más escucho como la puerta se abría.

— Esperame — pidió silenciando la llamada.

— Que quieres? — pregunto en voz alta viendo a aquel chico alto, lleno de tatuajes, y en forma. Su hermano.

— Vamos a salir Hannah y yo. — aviso.

Hannah era su prima menor, tenía 13 años, y se llamaba igual que su difunta madre, en honor a ella. Un gesto muy noble de parte de su tía.

— Y?

— Te aviso por si quieres venir con nosotros, para que le cuelgues a Alex. — explicó.

— Bueno, a donde van y van a hacer?

— Vamos al centro. — suspiro — Yo voy a emparejarme el pelo, y a terminarme el tatuaje de la espalda.

— Y Hannah necesita comprarse unas cosas, creo que tú podrías ayudarla...

— Supongo que sabes a qué me refiero. — se encogió de hombros.

— Está bien — acepto gustosa. — Dame cinco minutos y salgo. - Kenji asintió y salió de la habitación, no sin antes cerrar la puerta.

Agarro de nuevo su teléfono.

— Hola volví — saludo a Alex.

— Que pasó? — pregunto desde la otra línea.

— Ah, que tengo que salir.

— ¿A que y con quién?

— Con mí hermano y mi primita, a comprarle unas cosas a ella.

— Entonces te dejo.

— Sip, hablamos al rato — se despidió.

Al despegar su teléfono de la oreja pudo escuchar el típico «Byee» por parte de su pareja.
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Al fin logro ver a Alex entre la multitud.

Comenzó su camino hasta el chico, pero el fue más rápido, y bastaron segundos para que estuviera frente a ella.