capitulo 8

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El silencio es repulsivo, no puedoescuchar nada al otro lado de la linea. ¿Y si algo le paso?, quizás se golpeó la cabeza, o le bajo la presión sanguínea, tal vez algo le paso mientras estaba solo.

—Jacob, responde.—Exijo con la voz a punto de quebrarse.
Kelsie estaba al lado mio, expectante, con ojos vidriosos y el pecho subiendo y bajando a gran velocidad.

Suspiro e intento tranquilizarme por que estar así no ayuda en nada.
RISAS. Escucho como Jacob ríe al otro lado del otro lado. Escucharlo reír primero me confunde pero entiendo que si esta riendo no tiene nada grave.

—Mierda, me asustaste—Digo con una mano en mi pecho—. Espera, ¿Por que te estas riendo?, Creí que te había sucedido algo malo. Digo con el enojo que tomó el lugar de la preocupación.

—No te, no te enojes.—Dice entre risas.

—Imbécil. Enserio me asuste. Lo regaño ya mas calmado, el esta bien, eso me alegra.

—Lo siento mucho, no quería preocuparte, ¿me perdonas?.Esboza con calma.

Mientras tanto Kelsie miraba con confusión la situación.─Esta bien. Solo fue una maldita broma─Me dirijo a Kels apartando el celular. Eso la tranquiliza, pero al instante noto su enfado.

—Oye idiota, cuando llegue a casa te golpeare como saco de boxeo.─Amenaza Kelsie al sacarme el celular de la mano.

—Ya dije que lo siento ¿okey?. ¿Que hacen?, hoy solo asisten los del orientado.

─Pues, quisimos venir a desayunar. Mintió Kelsie para no exponer nuestra idiotez.

─Okey…─Escuché a Jacob por el alta voz del celular─, pero ya vengan que me aburro.

─Ya vamos.─Dije quitándole el celular a Kels antes de que insultase a su hermano.

En vez de caminar simplemente decidimos tomar un Uber. El camino fue bastante silencioso. Realmente quiero ver a Jacob otra vez, no nos hemos visto desde hace una semana exactamente, y  puedo sonar como una persona dependiente pero no lo soy simplemente quiero solo verlo.

Abrí la puerta del auto y pague el viaje. Después de bajar cruzamos la calle hasta llegar a casa de Kelsie. Golpeo la puerta y nos quedamos esperando a que Jacob abriera mientras lo hacíamos ví bajo mis pies el tapete que de decía “Bienvenido, ahora vete”, no pude evitar reír levemente al leer ese mensaje. Estoy seguro de que eso no lo puso Nina, de hecho eso ni siquiera estaba la ultima vez que vine.

—Hola—Dice Jacob alegre al abrir la puerta—. Al fin llegan.

—Idiota.—Kelsie golpea a Jacob en el brazo mientras entramos a la casa.

—Au.—Se queja Jacob ante el golpe.

—Enserio nos asustaste, estaba, estaba...preocupado por ti.—Digo sin querer admitirlo.

—Lo, lo siento. No quería preocuparte. Dice Jacob avergonzado.

—No te preocupes, ¿jugamos videojuegos?. Dije invitando a Kels también mientras llegaba de la
cocina con papas fritas.

—Si claro, los aplastare.—Fanfarroneo Kels.

—Si como no, tu eres pésima. —Dijo Jacob.

—No es cierto idiota.

—Si es cierto, eres pésima.

—Ah ¿si?, si tan bueno eres hagamos una apuesta. Si tu pierdes me debes 2 doritos, una coca cola y helado, y si yo pierdo haré tu tarea por 3 dias. Díjo Kelsie retadora.

—Claro, acepto. —Díjo Jacob convencido.

El juego empezó y yo preferí quedarme de espectador, devorando una bolsa de papitas. Vaya, ambos son muy competitivos y no solo eso, sino que al mirarlos note el gran parecido que tienen, bueno es obvio son hermanos y Kelsie es solo mayor por un año. Tal vez en alguna realidad alterna ella y yo tenemos algo. Quizás Jacob hubiese sido alguien sin importancia para mi.

—¡Te gane imbécil!.—Dijo Kels haciendo volar el recipientes con snacks.

—Eres una tramposa.—Se quejo Jacob tirándole papitas en la cara.

—No lo soy, tu eres un perdedor.—Golpeó a Jacob con la almohada.

Era tierno ver como peleaban igual que niños, se veían realmente felices. Desearía tener un hermano con quien compartir cosas, al cual acudir cuando me sienta mal, discutir por tonterías y todas esas cosas. Me siento solo.

—Oye Eric, ¿Apostamos?, mira, si yo gano tu harás mi tarea y si pierdo, pues te invito un helado.
¿Que dices?.—Dijo Jacob expectante a mi respuesta.

—Eres un perezoso, haz tu tarea y ya. Además creo que Eric quiere apostar algo mas.—Esto ultimo
Kels lo dijo en voz baja, pero lo escuché y enseguida sentí mucha vergüenza.

—Vamos, sabes que nosotros somos amigos. Además deja de ser metiche.—Esbozó Jacob golpeando a su hermana con la misma almohada, pero fui yo el que sintió dolor, escuchar decir “amigos” a Jacob me pone triste, pero ¿por que?, el tiene razón solo somos amigos, lo tengo en claro y aun así me duele.

—Acepto, pero no hoy. Creo que mejor me voy, no me siento bien.—Me excusé tomando mis cosas para salir de allí, una simple frase no debería arruinarme el día, pero lo hizo. Un descanso lo arreglará.

—Vamos amigo, quédate, no dejaras a los dos hermanitos abandonados ¿cierto?. Dijo Kels poniendo cara de cachorro.

AMIGOS ,AMIGOS, “SOMOS AMIGOS”. No respondí a lo que dijo Kelsie, mi cabeza estaba ocupada.

—Déjalo Kels. ¿Te acompaño a casa?. Dijo Jacob. 《No, no quiero que me acompañes a casa,
escapo de ti》.

—Claro, si, vamos. Mierda, ¿acaso no me puedo negarle nada?.
Tomé mis cosas, me despedí de Kels y esperé a Jacob abajo. Mientras esperaba ví una de las fotos que había en la pared de las escaleras, en esta estaba Jacob y Kelsie jugando con un perro golden
retriver, parecen muy pequeños, quizás tenían unos 4 o 6 años.

—¿Nos vamos?. Dijo Jacob una vez parado junto a mi.

—Si claro.

Se acerco a mi y tomó mi mano de forma suave, jugando con mis dedos. Con cada roce sentía comosi vientos otoñales sacudieran las hojas de mi estomago. No quiero volver a sufrir, no quiero que
este hermoso sentimiento me haga daño, no quiero arruinarlo.
Nuestra distancia era cada vez menor, me decía a mi mismo que no, pero la atracción es como la de un imán.

—Lo siento, yo solo vengo por mi celular, no se preocupen, sigan en lo suyo. Dijo Kelsie dirigiéndose al sofá. Me salvo de caer en la tentación.
Con pena nos separamos, su cara estaba totalmente roja y puedo apostar a que la mía igual.
Reímos por lo bajo y salimos de la casa para dirigirnos a la mía, como vivo bastante lejos tuvimos
que pedir un Uber.

—El Uber llega en 5.—informé.
Aún me sentía raro, incomodo por lo que dijo. No tenia ánimos para nada. Nuevamente la mano de Jacob tocó la mía incitando a aquella danza mágica que fluye con el simple tacto. No. No quiero esto ahora, quiero estar en casa y dormir, pensar las cosas luego,organizar mis emociones, saber lo que quiero. Quiero resistirme pero mi mano parece tener voluntad propia comenzando a tocar la mano de el rubio a mi lado.
El vehículo llego, nuevamente he sido salvado por la campana. En silencio entramos al automóvil, ese silencio era bastante incomodo hasta que el chofer comenzó a sacar charla, charla que Jacob siguió, yo solo me perdí en mis pensamientos y escuchaba a lo lejos la plana conversación.

—Llegamos.—Dijo Jacob interrumpiendo mis pensamientos. Abrió la puerta para mi, gesto que en otro momento habría hecho que me sonrojase pero no estaba muy atento a lo que sucedía en el
exterior. Solo quiero dormir.

—Gracias por acompañarme.

—Un placer.—Dijo Jacob robándome un suave beso, es algo inusual, ya que los besos solo son en ciertas ocasiones, algo así como sexo casual, pero sin la parte de el sexo. Sentí mis mejillas calientes y mas al mirar su rostro que estaba a muy poca distancia todo eso sin dejar de tomar mis manos. Somos amigos y eso me duele, me confunde. No quiero sufrir.

—Debo entrar a casa. Nos vemos.—Dije volteandome rápido para que no vea las nacientes lágrimas en mi rostro. Entre rápido a casa y solo pude escuchar su “adiós”, en su voz se escuchaba confusión.
No me gusta dejar las cosas así, mañana aclararé todo con Jacob.

My boy (BL +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora