El mundo había avanzado rápidamente gracias ahora a la nueva tecnología de investigaciones como también de algo nuevo llamado "cámara" y el invento más innovador, la luz.El mundo de Isora giraba entorno al dinero y a la familia Jeon, la gente comentaba que eran igual de poderosos que muchos empresarios en su época del siglo diecinueve.
Uno de esos era la familia Kim.
Quizás ambas familias se hicieron reconocidas y poderosas gracias a la anarquía que había comenzado. Ambas familias se hicieron aliadas y ahora dominan un imperio entre las dos.
Se hicieron conocidos los hombres de la familia por ser increíbles empresarios y las mujeres por ser excelentes amas de casa.
Pero aquí no sería importante esto, ya que ambas familias solo buscan una leyenda pasada por medio de su dinero sucio. Desde hace siglos se viene comentando de una leyenda muy extraña que dice que solo diez elegidos hasta ahora han podido obtener.
El llorar oro.
Nadie sabe cómo se originó ni nada por el estilo. Pero si se sabe que esto ha causado guerras para controlar a la persona elegida.
Se sabe gracias a la historia y documentos que la última persona que obtuvo el don fue ya hace tres siglos convirtiéndose en la última persona en el mundo.
Hasta ahora.
...
En Isora los rumores se expanden rápido, exageradamente rápido.
"La leyenda de las lágrimas ha aparecido en nuestro siglo"
"¿Quién es el portador del Don Dorado?"
"¿Habrá nueva guerra gracias a esto?"
Se escuchaba por todos lados, algo que para Jeon Sanjung no era de su agrado.
Así es, la leyenda se hizo presente. Pero es su nuevo hijo quien lo porta.
—¿Cómo se expandieron los rumores tan rápido? ¡Éramos pocas las personas que sabíamos del don de nuestro pequeño
golden adeull!— Gritaba desesperada la señora Jeon, Baejin.Sanjung miro a su esposa confundido, lo único que quedó en su cabeza fue como llamo a su hijo.
—¿Cómo mierda quieres que sepa eso mujer? ¡Tendré que asesinar a los sirvientes y doctores que nos atendieron en tu parto!— Sanjung alzó la voz.
—Pues hazlo, por el bien de nuestro hijo.
—No haré eso, sospecharan...pero necesito el apoyo de Kim Yejun.
El señor Jeon se fue apresurado a la mansión de los Kim dejando a su esposa e hijo ya de diez meses. El viaje duró unas dos horas aproximadamente, pero logro su cometido, estaba enfrente de la gran puerta de hierro de la mansión.
Los guardias que conocían al socio de la familia Kim inmediatamente le abrieron las puertas dejándole entrar a él y a sus hombres.
—¡Bienvenido Sanjung! ¿A que se viene tu visita inesperada?
Un hombre alto y de buen porte se hizo presente en la sala dándoles la bienvenida.
—Gracias, Yejun— pausó— Vengo a hablarte sobre el rumor que ha aparecido en los últimos dos meses.
—¿Del que ya está el don de oro en el siglo? Pues claro, es algo único sabiendo que tardo años. Daría lo que fuera por tener a esa persona a mí lado...
—Que bueno que estás interesado porque sé quién lo porta.
La mirada de Yejun rápido viajo a ver a su socio.
—Continúa, Sanjung— le hizo señas para sentarse en la mesa de su despacho— Ustedes pueden irse a la mierda no los quiero aquí — Les hablo a los guarda espaldas de el señor Jeon.
Este les miró y les asintió.
Se fueron todos y solo quedaron ellos dos.
—Entonces...cómo te decía, continúa Sanjung—Una sonrisa apareció en los labios del Kim mayor.
—Sin rodeos, es mi hijo Jungkook.
Yejun abrió los ojos como platos y luego río.
—Vaya...¿Sabes que tarde o temprano sabrán quién es cierto? Y eso haría una guerra entre empresarios, mercenarios, mafias, prostitutas...
—Como la guerra de oro.
Así le llamaban a la última guerra que hubo gracias a este don.
—Como la guerra de oro, exacto— repitió Yejun— ¡Qué bueno que estás consciente Sanjung!
El Jeon asintió.
—Bien, pues te tengo una propuesta, Jeon.
—Lo que sea, solo quiero no tener problemas gracias a ese niño, lo aceptaré.
Yejun río.
—Tráeme a tu hijo cuando ya tenga un año de edad ya que no hay que tenerle tanto cuidado. Lo dejarás aquí a salvo en la mansión y yo te pagaré una suma de Yenes bastante considerable únicamente por dármelo. Ya no habría más peligro para tu familia.
Sanjung pensó unos segundos y luego asintió con la cabeza.
—Acepto— dijo estrechando su malo con la de él.
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Desired Tears | Taekook.
FanfictionJeon Jungkook, ahora dueño de el Don Dorado que ronda desde hace siglos, únicamente dada a diez personas que estuvo fuera del radar muchos años, hasta ahora. El don es tan especial y poderoso ¿Por qué? Hace llorar oro. Es tan raro que pase que sus...