Temática: El Ciclo

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El Ouroborus, la serpiente que muerde su cola, algo que representa el infinito, la eternidad, pero sobre todo este símbolo fue creado por las primeras personas que entendieron como funciona el mundo, como funciona la divinidad, Ouroborus no significa eternidad, significa un ciclo. Un ciclo eterno que se repite hasta el cansancio, todo se crea y se destruye, todo nace y muere, todo comienza y todo termina, es un ciclo que se debe repetir eternamente para que el mundo pueda seguir en pie, un ciclo del que nadie puede escapar y nadie puede romper, ni los mortales.

Ni los dioses.

¿La creacion? ¿El fin del mundo? Míralo como quieras, es algo que a ocurrido tantas veces que algunas culturas fueron borradas para siempre de la mente de los mortales que almanecaron evidencias de los viejos mundos, ya nadie recuerda tan siquiera cuál fue la primera cultura en iniciar este ciclo eterno, pero todas repiten el mismo patrón, todas comenten exactamente los mismos errores y todas terminan dónde empezaron.

Nacen del Caos y al final eso es todo lo que queda.

Cuando Apofis devoró el sol y Egipto Se hundió en el mar, de las aguas salieron Gaia y Urano.

Cuando Tifón se libero del monte Etna y destrozó el Olimpo solo quedó de nuevo un mar de caos y destrucción de donde nacieron los hijos del sol.

Cuando no hubieron suficientes sacrificios para el Quinto sol el mundo volvió a ser destruido.

Una y otra y otra vez ocurría este ciclo de muerte y resurrección, era parte de la eternidad y pocos fueron los dioses que estaban concientes de este eterno ciclo que su reino "inmortal" solo era momentáneo una página más en esta enorme historia que conforma el mundo por qué al final del día lo único que perduraba era el Caos, el cambio.

Pero hubo un solo dios que quiso desafiar este destino, el único que se creyó con la suficiente sabiduría para evitarlo...Odin.

Los Nórdicos eran... Curiosos, el mundo que vino antes de ellos fue destruido por un gran cataclismo que solo dejo un mundo en llamas y otro helado donde un único dios olvidado llamado Ymir vagaba como el último superviente de su ya extinto panteón, mismo dios que vio nacer el nuevo mundo, pero fue asesinado a manos de Odin y sus hermanos para que el nuevo mundo termine de florecer, no sin antes maldecir a su asesino con unas palabras que generaron el eterno tormento del padre de todos.

"Morirás y jamás verás el final de tu mundo, tu reino eterno caerá y sus cenizas servirán para construir una nueva realidad en dónde sus dioses serán ignorantes de todos tus logros, asi ah sido y así siempre será"

Estás palabras fueron el tormento del padre de Todos, que se enfrascó en una búsqueda del conocimiento para impedir el final de su mundo, conoció la historia de viejos mundos sumidos en el olvido, conoció cientos de batallas finales y supo a conciencia cuál sería la suya, El Ragnarok, como si esto fuera un mal chiste, el sabio dios confirmó  que aquel gigante tenía razón, Odin construiría un imperio y se preparia para una batalla final que estaba destinada a perder, su vida era algo sin sentido, su propósito en este mundo era algo que no tendría significado y sería una página más en la historia.

Pero ¿Y si hubiera una forma de cambiar eso? ¿Y si el nuevo mundo fuera moldeado a sus deseos?

Odin entonces emprendió su búsqueda por el conocimiento, no solo quería ser el Dios más sabio de los 9 Reinos, quería ser el Dios más sabio de todos los que habían existido, un dios que hizo muchos sacrificios para tener más poder y conocimiento, un dios que manipuló a mortales y dioses por igual para ser el más sabio un dios que quiso desafiar al mismo destino un dios que fue incluso más mentiroso que el propio Loki.

Y ese fue su mayor pecado, pecado fue fue pagado al día del juicio final, El Ragnarok.

— ¡GUERREROS DEL VALHALLA! ¡ESCUCHEN MIS ÚLTIMAS PALABRAS!— la voz de Odin Resonó entre el campo de batalla mientras las legiones del Valhalla aullaban en vitores listos para la batalla — ¡ESTE ES NUESTRO PROPÓSITO Y NUESTRO FIN! ¡NO TENGAN MIEDO! ¡HOY LOS MUNDOS CAERAN PERO NOSOTROS NO LO HAREMOS!— Exclamó con fuerza el padre de todos antes de que estalle la batalla.

Los mitos decían que el Ragnarok sería la lucha final, en dónde los dioses más viejos morirían matando a sus rivales eternos, los temibles hijos de Loki, en dónde al final de todo un nuevo mundo nacería de las cenizas del viejo y Baldur junto a los hijos de Thor cuidarían se forma justa un nuevo reino lleno de prosperidad y felicidad eterna.

Y eso era otra mentira.

Mentira que salió a la luz cuando la batalla final tomo un rumbo diferente, cuando la lanza de Odin perforó uno de los ojos de Fenrir y lo mató en el acto, cuando Magni y Modi murieron a manos de Jörmundgander tratando de darle tiempo a su padre para cargar un poderoso ataque que acabó con los 2, cuando Tyr fue asesinado por Surtur y jamás se encontró con el temible sabueso de Hela. Todo fue diferente, muy diferente pero el resultado final solo acabo con él gigante de fuego Surtur quemando todo el universo con sus llamas infernales dejando solamente cenizas, ya no existían los 9 reinos, ya no existía el árbol Yggdrasil solamente un campo lleno de cenizas con los mayores mentiroso del mundo mirándose fijamente.

— ¿Así que al final este fue tu plan eh?— La voz de Loki sonaba un poco divertida con la situación mientras miraba las cenizas de lo que alguna vez fue su mundo — Sabes, eso fue cruel, incluso para mí, estoy francamente sorprendido que mandaras todo al abismo solamente para moldear un nuevo mundo a tus deseos.

— ¿Tu eras conciente del ciclo eterno?— Pregunto Odin que caminaba empuñando su lanza que estaba magullada debido a la intensa batalla.

— Por supuesto que lo era, seguí tu juego hasta al final, Odin ¿De verdad crees que eres el primer dios que trata de preservar su mundo? Ja! El orden natural siempre es más fuerte, mientras existan los dioses existira algo que se les oponga y quiera volver el mundo cenizas y mientras tú existas yo estaré aquí.

— Entonces solo debo matarte, si te derroto ahora no habrá nada que interfiera con mi perfecta creación.

Y así inicio la verdadera batalla final, Odin y Loki, el padre de todo contra el dios del engaño, los mayores mentirosos de la historia estaban luchando en medio de las cenizas. Una lucha en medio de la nada que no sería recordada, mientras los poderes estallaban y la sangre dorada de los dioses manchaba la tierra, aquellas cenizas se hundieron en el mar y de aquello nació un nuevo mundo, uno que fue moldeado por esta sangrienta batalla.

9 días y 9 noches duro aquel enfrentamiento,  la sangre del padre de todo le dió vitalidad a las creaturas ancestrales y a los humanos y la de Loki a los nuevos monstruos que pagarían estás tierras, cada golpe le daba forma al mundo, cada magia, cada hechizo cada corte.

Finalmente en la última noche se dió el golpe final, la lanza gungnir atravesó el pecho de Loki y el Seax del dios del engaño perforó el abdomen del muy herido padre de todos.

— Cof... Vas a morir conmigo Odin, nuestra batalla dió a luz a un nuevo mundo, uno que ahora por tu culpa no tiene dioses, haz interferido con su creación y ahora estos mortales jamás nos recordarán — Y con esas últimas palabras el dios el engaño murió con una sonrisa siniestra.

Odin lo sabía, sabía que Loki tenía razón, sabía que este mundo ya no era perfecto y por su intervención ahora todas las épocas pasadas serían olvidadas, el no podría vivir en su reino eterno.

— No... Eso no pasará — Murmuró el dios que con sus últimas fuerzas tomo las últimas cenizas cenizas, lo último que quedaba cuando los mundos se destruían, esas cenizas que tenían la escensia de los dioses caídos y las depósito en su lanza para hacer un hechizo final— Que nuestro legado jamás sea olvidado, todos los mortales sabrán de nuestras proezas y cuando eso ocurra renaceremos.... En este nuevo Mundo Farius

Y con ese último hechizo el padre de todo murió y su lanza lanzo aquel hechizo sobre todos los seres mortales de Farius.

Odin quiso hacer un hechizo que le diera a los mortales conciencias del viejo mundo nórdico, un hechizo que ayudaría a renacer a él y a sus hijos en estás nuevas tierras, pero no tuvo en cuenta varios detalles. Las cenizas no solo tenían la escencia de los dioses de su mundo, sino la de todos los mundos que calleron, los mortales no solo recordarían a los Nórdicos sino a todas las culturas y a todos sus panteones.

Los dioses renaceran, pero sus males también lo harán y cuando la tragedia ocurra, por 3 años ocurrirá el invierno final y el Último Ragnarok azotará para siempre estás tierras.

Pronto comenzará el invierno final.

Génesis de Farius 1, 16

The Last Winter: The Twilight of the New Gods  [Inscripciones Cerradas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora