Erwin trataba de terminar los últimos informes que yacían en el escritorio que estaba frente a él, nada fuera de lo normal, simplemente papeleo que era requerido por sus superiores, resultados de exploraciones y algo que nunca faltaba, los nombres de todas las bajas que habían sufrido tras la última excursión, las cuales, gracias a Dios, no eran tantas como las de la vez pasada.
Trataba de concentrarse lo que más podía, pero no podía evitar que sus ojos se desviaran y se dirigieran primero al calendario, en el cual la fecha del día presente estaba marcada encerrada en un círculo, para luego observar el reloj que estaba en la pared.
Se sentía ansioso, mientras el minutero avanzaba sentía una especie de creciente júbilo por lo que pensaba que podría ocurrir exactamente a las 9:30 pm, para lo cual faltaban solamente un par de minutos, habían pasado quizás, unos seis meses desde esa primera vez, y aunque piensa utilizando la palabra "Quizás" sabe que está mintiendo para no emocionarse, porque los encuentros con "el soldado más fuerte de la humanidad" efectivamente habían ocurrido en esa fecha y él lo tiene absolutamente claro, si no, aquella extraña "Rutina" no figuraría en su calendario ni influiría en su diario vivir.
Es que vivía con el miedo, de que cuando llegara el tiempo indicado él no se presentara, con aquella actitud fría y lo llevara a la habitación que solo por esa noche compartirían, pues no estaba dispuesto a ensuciar las sábanas de su propia cama, con el desastre que sería limpiarla después de su encuentro, completamente llena de saliva y de los fluidos desbordantes de ambos.
Su pierna comenzaba a moverse ansiosamente, las letras que iba escribiendo cada vez se hacían menos entendibles, debido a la velocidad con las que las trazaba, esperando terminar a tiempo para su llegada.
El último timbre de la noche sobre la imagen con el rostro del más reciente fallecido y sería el final de su reporte, acompañado de una firma con su nombre. Nuevamente miró el reloj, solamente faltaba minuto y medio. Acomodó el manuscrito con una carpeta adjunta, los acomodó sobre la mesa y los metió en un sobre de papel para dejarlo dentro de un mueble que estaba a su lado. De abajo del escritorio, sacó un papel y empezó a garabatear sobre él. Aunque seguramente podía sospechar que era aparentar que en realidad hacía algo, no podía darse el lujo de hacerle saber que en realidad lo había esperado ansiosamente todo el día.
A las 9:30 en punto, alguien golpeó su puerta, con un simple "pase" fue suficiente.
Su figura esbelta y dolorosamente provocativa se hizo presente frente a él. Ahí, como siempre, como todos los viernes a las 9:30 de cada semana hace seis meses, parado con un rostro aburrido y recargado en el umbral de la puerta abierta. Poniéndose en ese lugar, en su lugar, como si es que fuera mera casualidad que anduviese rondando por ahí.
- Hey... ¿Estás ocupado? – su voz suena tranquila y casual.
- Estoy a punto de terminar un informe, Levi.
Guarda silencio por un momento, y chasquea la lengua. Parece preparado para irse, aunque sabe que solo es teatro, porque en cuanto se de vuelta para salir de la habitación, Erwin se levantará y le pregunta qué es lo que quiere, impidiéndole huir.
Se mirarán a los ojos con eso se dirán todo.
"... ¿Vamos a tu habitación?"
No tiene siquiera que contestar, solo asiente y cuando Levi se voltea, esboza una sonrisa.
Cuando llegan a su cuarto, el cual esta pulcramente limpio y ordenado por consideración a su habitual visita, la puerta es cerrada con llave para evitar cualquier tipo de interrupción, después de todo, es su hora feliz, y piensa disfrutarla tanto como sea posible.
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Mi debilidad - Eruri / Erwin Smith x Levi Ackerman\ |Attack on Titan| R-18
RomanceErwin, como ya se le ha hecho costumbre, espera la llegara de Levi, el cual se entrega a él cada viernes a las 9:30 desde hace seis meses, pero se ha dado cuenta de que hay un problema, pues está seguro de que después de ese día, jamás podrá volver...