Annette le llega un nuevo contrato de un trabajo en la ciudad Celeste en una mansion. No importaba cuan lejos quedaba aquella ciudad pero el dinero era algo importante para poder librarse de la deuda que su padre le dejó luego de ser encarcelado por...
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Octubre 31
–¡Porque tanta mierda!-dice alto en un grito lleno de frustración al ver la estúpida carta que su padre Michael le había enviado hoy en la mañana mientras se tomaba un buen café caliente.
Como se supone que ella busque una cantidad asquerosamente grande que solamente una persona en un buen puesto puede ganar en menos de tres meses.
La carta solo decia:
"Annette se que no querrás hacer esto pero no hay otra manera, debes de conseguir un trabajo que te pague mas de lo normal para cuando llegue a los $200,000,000.00 entregárselo al señor Jx. Te empezaran a vigilar y a liquidarte si no lo haces.
Lo siento, te amo hija."
El calentón de la ira que la abraza cada vez que se recuerda la cantidad hace que quiera restrayar todo lo que hay en su habitación pero no, su habitación está bien organizada como para hacer un reguero por su ira que se irá en un momento dado del día.
Con el pequeño trozo de papel en mano camina hacia la esquina de su habitación para botarlo en el pequeño bote de basura rosita con gatos a su alrededor. El papel lo hace en trozos. Camina hacia la pared pintada de gris donde está la pequeña pizarra que necesita un respiro y apunta la cantidad en un color rojo y en grande. Es el momento donde ya se debe de estar despidiéndose de sus seres queridos porque sabe claramente que será imposible buscar un trabajo con un buen sueldo.
Sale de la casa para ir a la cafetería sweet donde trabaja Edgar su amigo. Se abraza al sentir la brisa fría cuando los autos pasan rápido al lado de ella. Su ceño se frunce mientras piensa en cómo decirle la noticia a Edgar sin alterarse, sabe que no se lo puede decir en un lugar público porque hay gente que le gusta escuchar conversaciones ajenas, divulgar o hacer cosas graves con esa información.
Abre la puerta pesada de la cafetería camina hacia el mostrador donde se encuentra Edgar esperando que haya clientes para poder atender, cuando ve Annette la saluda con un beso en el cachete y nota que tipo de humor se encuentra.
–¿Lo mismo de siempre chispi?
Voltea los ojos al escuchar nuevamente ese apodo nuevo que le colocó de la nada. A él le gusta molestarla con eso.
–Sip lo mismo de siempre.
Ella da el dinero exacto y se va hacia una de las mesas del centro, la mesa está jodida de una pata haciendo que se vaya un poco de lado. Se pone a acomodar los azúcares porque no le gusta ver que estén en diferente posición. Pasan varios minutos y Edgar se encuentra con el café con caramelo en mano para entregárselo.
–¿Cómo te encuentras?-le pregunta cuando coloca el café en la mesa.
–Pues estresada ¿y tú?
El sabe que estresada no es sino verdaderamente endiablada.
